Tráfico achaca al exceso de velocidad las muertes de 15 jóvenes en tres accidentes

INMACULADA G. MARDONES El pasado fin de semana hubo menos muertos (40) en las carreteras que el año pasado en las mismas fechas (44). Pero la conmoción causada por tres de los accidentes ha superado el cómputo rutinario de víctimas. Los 15 muertos eran jóvenes, circulaban a excesiva velocidad en utilitarios superpotentes y se salieron de la carretera en curvas muy pronunciadas, en la oscuridad de la madrugada. Según Tráfico, entre el 33% y el 50% de las víctimas de fin de semana tienen menos de 25 años, conducen a fondo y bajo el efecto del alcohol o drogas.

El director general de Tráfico, Miguel María Muñoz, tenía ayer el semblante demudado. "¿Qué explicación podía dar ante 15 jóvenes muertos en tres accidentes en el espacio de cinco horas?: seis en Mula (Murcia) al despeñarse un R-5 Copa Turbo a las dos de la madrugada; tres en Güeñes (Vizcaya) al salirse de una curva a las las 5.35 un Volkswagen Golf, y otros seis en Sabadell (Barcelona) al volcar a las 7.30 un Kadett 2.0 GSI. Del R-5 se sabe que su cuentarrevoluciones quedó bloqueado en 6.500, nivel con el que se alcanza una velocidad de 160 kilómetros /hora, informa José Rocamora.Este mismo fin de semana fueron detenidas en la llamada ruta del bakalao 31 personas, todas menores de 30 años, por conducir bajo los efectos del alcohol, según Radio Nacional.

Las únicas palabras que acertaba a pronunciar Muñoz eran que "los tres accidentes podrían haberse evitado". Independientemente del trazado de la carretera como causa coadyuvante de los siniestros, el director de Tráfico aprovechaba para dar un toque de atención sobre la frecuencia de los accidentes en que se ven involucrados los menores de 25 años: 1.435 de los 5.036 fallecidos en 1992 (el 28,4%).

Tráfico ha encargado un estudio sobre la responsabilidad del alcohol en las víctimas. Los casos pasan a la justicia, pero el análisis forense no llega nunca a la DGT. Por la experiencia de otros países se sabe que el alcohol es el enemigo número uno de los conductores. De ahí la incomprensión de la DGT ante sentencias como las dos dictadas por la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lérida el 20 de agosto. En sendas resoluciones revocaba dos multas de 200.000 y 300.000 pesetas, respectivamente, a conductores que habían dado 2,09 y 2,63 gramos de alcohol -el límite legal está en 0,8- en las pruebas preventivas establecidas por la Guardia Civil porque "no se lesionó la seguridad del tráfico".

Algunos jueces han levantado sanciones porque los alcoholímetros no están homologados. Muñoz replica que la ley no lo exige, pese a que el Instituto de Metrología tiene a punto el reglamento.

El jefe provincial de Tráfico de Barcelona, Antoni Riu, señaló ayer, que los cambios experimentados en los últimos tiempos en las formas de diversión de los jóvenes "hacen que se den una serie de factores que facilitan que ocurran accidentes de gente joven". "Hace unos años", según Rius, "cuando hablabamos de accidentes de circulación de madrugada nos referíamos a las dos o las tres horas, pero ahora los jóvenes circulan por las carreteras a primeras horas del día, lo que implica que los reflejos son menores y el cansancio y la cantidad de alcohol, mayor".