El juez concentra en cárceles de Gerona a los detenidos por el secuestro de la farmacéutica

El traslado ayer a Gerona de María Ángeles Mariño, detenida en relación con el secuestro de la farmacéutica de Olot, y del delator de los supuestos autores del mismo, Francisco Evangelista, ha acelerado el proceso judicial emprendido por el magistrado del caso, Santiago Pinsach. Una semana después de producirse las detenciones de Xavier Bassa y Joan Casals, encarcelados bajo la acusación de detención ilegal en las prisiones de Figueres y Gerona, respectivamente, el juez ordenó el traslado de Evangelista a la Comandancia de la Guardia Civil de Gerona para someterlo a un exhaustivo interrogatorio, una vez conocidas las primeras declaraciones de los detenidos y los resultados de las primeras pruebas periciales.

Pinsach interrogará también a María Ángeles Mariño, que ayer fue trasladada desde la prisión de mujeres de Wad Ras en Barcelona a la cárcel de Gerona, para comprobar, entre otras cuestiones, si su coartada coincide con la de su compañero Joan Casals.En función de las coincidencias o contradicciones de las declaraciones de Mariño -detenida el pasado jueves tras abandonar el hotel donde ejerce de gerente la prima de la secuestrada, Concepció Feliu- y las de Casals, el juez podría ordenar un careo entre ambos. Fuentes próximas a la investigación señalaron ayer que la Guardia Civil acepta, en principio, que la estancia de la detenida en el hotel Vía Augusta, del que es accionista minoritaria Concepció Feliu, prima de la secuestrada, sea fruto de una casualidad, como defiende la familia de la secuestrada.

Sin embargo, no se descarta que se investigue la relación entre Mariño y la prima de Maria Àngels Feliu, puesto que la detenida acostumbraba a hospedarse en este hotel desde hace nueve años. Las mismas fuentes han indicado que al conocer la relación de Mariño con uno de los detenidos en relación con el secuestro, Concepció Feliu echó del hotel a la mujer "de mala manera". Esta actitud contrasta con la adoptada posteriormente al ir al juzgado para interesarse por la detenida.

Mariño fue detenida por orden del juez de Olot cuando intentaba coger un avión hacia Santiago de Compostela con su hijo de 10 meses para "desaparecer" de un entorno en el que sabía que era vigilada y no tan sólo para poner a su hijo al cuidado de su familia. En los últimos días la criatura no estuvo con ella en el hotel sino con los padres de Casals, en Ripoll.

En los próximos días el juez podría tomar declaración también a Bassa y Casals, que hasta ahora sólo han respondido a las preguntas, aunque exhortadas por Pinsach, de los magistrados de Barcelona y Gavà, en cuyos distritos judiciales fueron detenidos. Tras estas declaraciones, el juez de Olot someterá a los dos detenidos a un careo con Evangelista. Este encuentro es considerado "clave" para que puedan aflorar las implicaciones de cada uno en el caso.

Para efectuar todos estos interrogatorios, el juez se desplazaría a las prisiones teniendo en cuenta que así lo ha solicitado el alcalde de Olot, Pere Macias, con el fin de evitar una mayor crispación entre los vecinos de la ciudad y la reproducción de intentos de agresión a los detenidos como el que se produjo ante el juzgado de Gavà. Sin embargo, no se descarta que Pinsach pueda trasladarlos al Juzgado de Olot por considerar que transcurrida la primera semana, los ánimos están más calmados.

Pruebas caligráficas

Hasta el momento, a tenor de sus declaraciones y de las comprobaciones de las pruebas caligráficas con la letra del paquete de la cinta que contenía supuestamente la voz de la secuestrada, los investigadores apuntan hacia Xavier Bassa como principal implicado. Éste reconoció haber hablado con Evangelista de la posibilidad de llevar a cabo un secuestro, aunque se declara inocente.

Fuentes cercanas a la investigación han manifestado su cautela sobre que la voz de la grabación recibida por la familia Feliu corresponda a la de Mariño.

El juez ha rechazado los recursos presentados por las defensas de los tres acusados en los que solicitaban la libertad de sus clientes. Asimismo, los letrados pidieron el levantamiento del secreto de las actuaciones, petición que también ha sido rechazada por el juez.