Sandra Milo,

veterana actriz y devota socialista italiana, acaba de darle la puntilla a la imagen ya de por sí menoscabada del ex primer ministro y ex secretario general del PSI Bettino Craxi al revelar que en su día fue uno de sus amantes. La Milo, explosiva vedette de los años cincuenta y sesenta, desvela su vida amorosa en un libro de próxima aparición, del que la revista Noi publica un sabroso extracto. Amantes es el título del relato en el que la actriz, intérprete de películas tan inolvidables como Ocho y medio, del recientemente fallecido Federico Fellini, da un repaso cariñoso a sus compañeros de partido. De acuerdo con lo publicado por la revista, la Milo tuvo encuentros galantes con otros dirigentes socialistas, como Giacomo Mancini -también ex secretario general del partido- y Giuliano Vassalli, ex ministro de Justicia, ilustre jurista y héroe de la resistencia. Pero su relación con Craxi es la que más ha desatado el morbo nacional. Aun así, la Milo explica: "Hice el amor con otros dirigentes del partido, por ternura, por amor, por gratitud. Quiero contar mi historia, la historia de alguien que, sin quererlo, se ve obligada a luchar contra el poder político, el judicial y el religioso". Lo que ninguno de sus compañeros sentimentales esperaba era que la veterana actriz fuera además de tierna y generosa tan escasamente discreta.