IU rechaza entrar en el Gobierno regional y los pactos de su dirección con la FSM

La dirección de Izquierda Unida tendrá que rectificar y su grupo parlamentario deberá cicatrizar un número cada vez mayor de heridas. El acuerdo alcanzado por la mayoría que controla el aparato de IU con los representantes de la Federación Socialista Madrileña (FSM) sobre los presupuestos de 1994, con un incremento del 4,2% y un gasto previsto de 485.000 millones de pesetas, es, desde la madrugada de ayer, papel mojado. Las bases pidieron más dinero y la dirección se plantea ya nuevos contactos con los socialistas para renegociar ese mandato.

Por 69 votos a favor, 65 en contra y 5 abstenciones, el consejo político regional de Izquierda Unida rechazó sobre las 4.30 de la madrugada de ayer la propuesta de sus dirigentes regionales sobre el gasto público para la Comunidad de Madrid en 1994. En el momento de las votaciones, después de 61 intervenciones, quedaban en la sala del hotel Victoria de Madrid 139 de los 164 miembros posibles de este consejo.El sector mayoritario consiguió tener enfrente y poner de acuerdo a las dos corrientes de la coalición más distantes ideológicamente. La línea más dura y próxima a Julio Anguita, encabezada en Madrid por Rubén Cruz y la diputada regional Susana López, votó contra los presupuestos, al igual que hizo el grupo de Nueva Izquierda -opuesto a Anguita-, dirigido por la portavoz de IU en la Asamblea, Isabel Vilallonga. Los ecosocialistas también reprobaron el acuerdo sobre las cuentas regionales alcanzado con los socialistas.

Un portavoz oficial de la dirección calificó esta novedosa convergencia como "un hecho poco edificante".

Este voto de castigo al coordinador regional de IU, Ángel Pérez, no tendrá consecuencias inmediatas. Pérez aseguró al finalizar la batalla de Madrid que reunirá el miércoles de la próxima semana a la presidencia de IU y llamará a los socialistas para reabrir la mesa de negociación de los presupuestos.

"Valoramos este tirón de orejas porque demuestra que el consejo político es soberano y la dirección no es infalible", declaró Luis Cabo, portavoz de IU. Cabo adjetivó la situación actual en IU como "complicada y enrarecida".

Negociadores a sustituir

En Nueva Izquierda consideran que el consejo político "desautorizó con su voto a los negociadores de los presupuestos y, por tanto, éstos no deben seguir y deben ser sustituidos". El coordinador regional de IU, sin embargo, entiende que si se empieza una nueva negociación, en la mesa volverán a estar los mismos: "Yo creo que el consejo lo ha dejado claro". Vilallonga, aunque no pertenece a la presidencia de IU-Madrid, también será invitada.

Por otro lado, una de las diputadas más cercanas ideológicamente a la mayoría de la dirección les proporcionó otro golpe bajo de carácter simbólico. Susana López, respaldada por más miembros, pidió que las votaciones fueran por primera vez secretas para evitar "el riesgo de pucherazo".

Isabel Vilallonga ganó la batalla de los presupuestos pero perdió la que más defendía, con repercusiones incalculables. El consejo político regional de IU se posicionó en contra de la entrada en el Gobierno regional -hubo 112 votos negativos, sólo 11 afirmativos y 16 abstenciones-, aunque admitió la posibilidad de seguir alcanzando acuerdos políticos ("programáticos") sobre determinados temas con el PSOE en el resto de la legislatura (70 síes, 60 noes y 9 abstenciones).

La dirección de IU se siente respaldada por el consejo en este punto y entiende la respuesta de los votos como "un duro varapalo a Vilallonga", aunque no como una desautorización: "Sigue siendo indiscutible como portavoz del grupo parlamentario y queda en la posición que ella quiera".

El debate en Izquierda Unida ha demostrado que, de momento, el Gobierno regional de Joaquín Leguina se ha quedado sin su principal apoyo para aprobar los presupuestos de 1994. Sólo cuatro de los 13 diputados que tiene Izquierda Unida en el Parlamento regional defendieron el acuerdo alcanzado con los socialistas, en contra de la opinión de sus compañeros, que solicitaban un incremento mayor. Esos cuatro diputados, pertenecientes a la corriente Nueva Izquierda, pero alineados en esta batalla con el sector oficialista, defendieron sin ningún éxito el pacto presupuestario.

Uno de ellos, José Antonio Moral Santín, participó como ponente y explicó que la Comunidad de Madrid no podría soportar más endeudamiento que el que incluye el presupuesto. Angelines Maestro, diputada nacional y mano derecha de Anguita, acusó a Moral de hacer un discurso semejante al que elabora Carlos Solchaga para defender los presupuestos generales del Estado.