Al dictado

Las retiradas de beneficios registradas ayer en la mayoría de los mercados de valores arrastraron a la Bolsa española a un terreno en el que es la inercia la que manda. La facilidad con que las cotizaciones se plegaron a los acontecimientos ajenos indica que los factores técnicos sirven en tanto no existan presiones, lo que ha llevado a los precios hasta un nivel en el que son más sensibles al entorno.La directriz alcista continúa, sin embargo, vigente, aunque hay que insistir en el obligado recambio de argumentos para justificar un nivel de precios que, cuando menos, exige unos beneficios empresariales estables. En tanto llegan esas noticias, las cotizaciones se quedan en una zona muy delicada en la que cualquier acontecimiento es susceptible de convertirse en un factor de peso. Técnicamente se ha entrado en un movimiento lateral que se nutre de los lógicos altibajos que está provocando la incertidumbre.

Wall Street abrió a la baja tras perder casi un 1 % en la sesión anterior, lo que forzó un recorte de hasta 2,81 puntos y un volumen de contratación relativamente bajo en la Bolsa española a media mañana. A media sesión el Dow Jones conseguía recuperar posiciones y se anotaba un avance de ocho puntos -al cierre volvió a caer 36,89 puntos-, lo cual dio lugar a un rápido cambio de ambiente en el mercado continuo que limitó el recorte del índice a sólo 1,691 puntos, un 0,55%, y confirmó la extremada sensibilidad de las cotizaciones., El Ibex 35 terminaba el día con un descenso del 0,65%.