EL JUEGO DE LOS EMBALSES
Las últimas lluvias han aumentado las posibilidades de diversión infantil, para disgusto de los padres. Ahora, los chavales pueden balancearse a toda velocidad o simular un vuelo rasante sobre el agua. Pero las precipitaciones del mes de octubre más lluvioso de los últimos 30 años también han servido para situar a los embalses casi al 50% de su cabida y a menos de un punto de su capacidad media del siglo. El parque situado en la calle de Joaquín María López se asemeja más estos días a un campo de entrenamiento del Ejército que a un terreno de columpios infantiles.
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