La fiscalía investiga una red de matrimonios de conveniencia en Canarias

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) investiga unos 500 casos de supuestos matrimonios de conveniencia entre mujeres de las islas y extranjeros que persiguen obtener la nacionalidad española. Los falsos novios han de pagar por este servicio una tarifa que oscila entre 200.000 y 400.000 pesetas, según su capacidad económica. Poco después de la ceremonia comienzan ya los trámites para la separación. "Suelen ser extranjeros que se mueven en áreas marginales y contactan con mujeres, por lo general prostitutas, para casarse y obtener así el certificado de residencia", declaró ayer a EL PAÍS el fiscal general del Estado, Eligio Hernández.El Grupo de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía en Canarias, que investiga junto a la fiscalía la posible existencia de una red dedicada a este tipo de fraude, sospecha que los responsables de dicha trama cuentan con el asesoramiento de juristas, ya que los dos contrayentes adquieren una serie de compromisos que figuran, al parecer, por escrito en un contrato privado, según informó ayer el periódico Canarias 7. El interesado debe abonar la mitad del dinero estipulado antes de la boda y la otra parte después de la ceremonia. Se trata de matrimonios civiles que se celebran en los juzgados de la comunidad autónoma.

Estos casos comenzaron a ser detectados hace unos cuatro años, cuando Eligio Hernández era delegado del Gobierno en Canarias. "Entonces eran unos hechos aislados, donde no mediaba el dinero, sino otras cosas. Pero ahora ha ido a más y se ha convertido en todo un negocio", señaló el fiscal general del Estado.

En la mayoría de los casos, los demandantes de este servicio son personas procedentes de Latinoamérica y África, con problemas de residencia. La inminente puesta en marcha de la libre circulación de mano de obra dentro de los países comunitarios convierte a las islas en una puerta de entrada privilegiada para numerosos inmigrantes ilegales del Tercer Mundo. Por esta causa, el archipiélago es considerado un foco de matrimonios de conveniencia, fenómeno menos frecuente en otras regiones del país.