"Viva Irak"

Un minuto, sólo un minuto, bastó para destrozar el sueño mundialista de Japón y convertir en una fiesta las calles de Seúl. El gol del iraquí Jaffar Omran, en el minuto 90 del partido disputado en Doha (Qatar), impidió la clasificación para el Mundial de EE UU 94 de los dos contendientes, Japón e Irak, pero otorgó el pase a Corea del Sur. "¡Viva Irak!", corearon los miles de hinchas que tomaron la noche surcoreana mientras Tokio rumiaba su humillación. La nominación de la sede del Mundial del 2002 ha sufrido el primer golpe. Japón mantiene su candidatura a pesar de la derrota , pero Corea del Sur, que también aspira a organizar el torneo, se cree con mayor derecho a ello después de lograr su tercera clasificación consecutiva para una fase final."Dentro de cuatro minutos estaremos en América, de tres, de dos...". La triunfal cuenta atrás del comentarista de la televisión japonesa se vio truncada por el certero cabezazo de Omran. Las emisoras de radio enmudecieron, los narradores se quedaron sin palabras e incluso la señal de televisión enviada desde Doha se perdió por unos segundos. Fue un apagón total, más emocional que deportivo, el que vivió Japón en una noche de pesadilla. "Todo el archipiélago llora", tituló la prensa local. El tabloide Nikkan Sports destacó: "Japón, estupefacto: la Copa del Mundo desaparece".

Con la eliminación de Japón se frustran parte de los planes de expansión de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA) en Asia. La conversión de Japón como potencia futbolística vuelve a posponerse. La disputa de una Liga profesional debía ser el aval :Fundamental para su candidatura al Mundial del 2002. Todo ello ha quedado ahora en entredicho con vistas a la elecció nen 1996.

Fiesta en Seúl

En Seúl, la capital surcoreana, el ambiente ' era muy distinto. Cientos de aficionados se congregaron frente a la embajada de Irak para agradecer el empate cosechado por su selección ante Japón. "¡Viva Irak!", gritaron muchos. Las reacciones de euforia tras la cuarta clasificación mundialista, tres de ellas sucesivas, y correspondieron a la emoción vivida ante el televisor. Hasta el minuto 89 del partido Japón-Irak, Corea del Sur estaba en la calle. Sesenta segundos después el milagro era un hecho.

"El cielo estaba de nuestro lado", coreó un aficionado. "Estaba a punto de apagar el televisor e irme a la cama, pero llegó el milagro y Dios nos salvó a todos", comentó otro. El presidente del país, Kim Young, envió públicamente sus felicitaciones a sus jugadores.

"Vamos a trabajar duro para conseguir la organización del Mundial del 200T', declaró Chung Mong, el presidente de la federación y máximo dirigente de la firma de automóviles Hunday. Incluso consideró probable la unión de las dos Coreas en un acontecimiento de tal magnitud. "Corea es un solo país. Hay una gran tensión en la península y el fútbol puede contribuir a la paz y la estabilidad", añadió.

Chung, que solicitó la ayuda nipona para conseguir la nominación del Mundial del 2002, concluyó: "Japón es un superpoder económico, con firmas como Sanyo o Mitsubishi, pero, si intenta dominar el resto de Asia, será muy triste".