Charles Grey

conde de Grey, posiblemente uno de los personajes que implantó la costumbre de tomar el té en Inglaterra, no se lo habría imaginado. Ya se sabía que tomar el té a las cinco es una institución en la sociedad británica, pero lo que se ha comprobado ahora es que esta costumbre aventaja a la de hacer el amor a las diez de la noche. Según una encuesta del instituto MORI realizada en cinco países europeos y publicada ayer, los británicos disfrutan más con una taza de té que con un poco de sexo a la hora de relajar las tensiones que produce una dura jornada de trabajo. Tan sólo los italianos consideran el sexo como una importante forma de disfrutar de la vida, mientras que los británicos prefieren ir de compras o tomar una cerveza antes de enzarzarse en una sesión amorosa, que sólo da un placer algo superior que ver los deportes en la televisión, según la encuesta.La encuesta MORI, realizada con fines académicos, publicó prioridades tanto a la hora de disfrutar de la vida como de olvidar las tensiones laborales, seguida muy de cerca por el poder relajante de un baño caliente. Además del té, los británicos también sienten predilección por el alcohol como forma de luchar contra el estrés, y cuatro de cada 10 admiten su necesidad de una copa después de trabajar, proporción que disminuye a uno de cada 12 en España e Italia.Sin embargo, disipar las tensiones entre el humo de un cigarrillo es una tradición más habitual en el continente europeo que en el Reino Unido, donde tan sólo una cuarta parte de los entrevistos elige este sistema de relajación-.