El octubre más lluvioso de los últimos 30 años

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Los ordenadores dicen que no hay peligro. Así lo interpreta Agapito Ramos, presidente del Canal de Isabel II y consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid. Ramos se presentó ayer en el Consejo de Gobierno y anunció que una serie de datos técnicos ponen de manifiesto que la sequía, en Madrid, ha terminado. El portavoz regional, Jaime Lissavetzky, trasladó esta buena nueva a los medios de comunicación no sin cierta cautela: "Esto no quiere decir que dentro de algún tiempo tengamos de nuevo una situación de carencia de lluvias y se vuelva a complicar el panorama en Madrid".

Los simuladores por ordenador de las posibles situaciones meteorológicas son tranquilizadores pero no infalibles. El Canal de Isabel II, de hecho, tuvo que corregir ayer por fallos informáticos sus cifras de capacidad de los embalses de la región facilitadas en los últimos días. Los embalses habían alcanzado el pasado miércoles, según el Canal, el 46,28% de su volumen total. La media del siglo estaba situada en el 49,9%.

El error, ya subsanado hoy, sitúa las cosas un poco peor, en el 45,6% de la capacidad, pero en cualquier caso muy cerca de igualar ya esa media del siglo. Roque Gistau, gerente del Canal, entiende que ese equilibrio se podría conseguir hoy o mañana si se registra en estos días una abundante precipitación. Faltan unos 10 o 12 hectómetros para llegar a ese nivel.

Cuatro hectómetros diarios

Los madrileños no estaban acostumbrados a las lluvias y menos a las perennes. Pero desde el pasado 1 de octubre las precipitaciones han sido constantes en la región. Los embalses se han rellenado con 80 hectómetros cúbicos de agua, unos cuatro diarios de media, aunque ha habido jornadas en las que se ha llegado a 11, y el pasado miércoles, por ejemplo, se aportaron seis.

La consideración del momento, por parte de los responsables del Canal, se centraba ayer en su éxito por haber gestionado los dos años hidrológicos más secos del siglo en Madrid sin apenas restricciones. "Las cosas las hemos hecho bien y los ciudadanos se han portado", subrayó Gistau.

El gerente del Canal declaró, incluso, que aunque a partir de ahora se reprodujera la peor situación posible de sequía -como la de los dos últimos años- podría aguantarse varios años sin mayores contratiempos que los sufridos.

Gistau lanzó en su valoración dos mensajes a los ciudadanos. Uno de gratitud por el comportamiento del ahorro doméstico, que se cifró en el 20% prácticamente desde el principio de la sequía y que no ha descendido en este mes de lluvias permanentes: "En la peor sequía de California, que duró seis años, llegaron a ahorrar hasta el 30%, pero al final... ".

El responsable del Canal, sin embargo, transmitió también la idea de continuar en esa: línea de consumo moderado de agua: "Lo que ahorremos ahora nos servirá para la sequía que vendrá".

Gistau reconoce que las obras, presas, embalses y pantanos actuales de la red del Canal de Isabel II deberían ser suficientes para el abastecimiento de la región pero apuesta también por las nuevas construcciones: "Las conducciones y los dos embalses no se plantean, ni nunca se ha pretendido, para solucionar el consumo de hoy sino para estar prevenidos ante la demanda del 2012".

Ahorro y derroche

En este punto es donde difieren sustancialmente las opiniones de las organizaciones ecologistas madrileñas. Según afirman, en palabras de Santiago Martín Barajas, miembro de Aedenat, "las infraestructuras actuales son más que suficientes para abastecer sobradamente de. agua a todos los habitantes actuales y futuros de la Comunidad de Madrid".

Pero para que esta afirmación sea completamente exacta sólo creen necesario un ajuste en los niveles actuales de consumo. "Cuando se instauraron las campañas de ahorro de agua", afirma el experto ecologista, "no se empezó a escatimar en el consumo sino que lo que se consiguió fue que se dejase de derrochar".

Los ecologistas van todavía más lejos en sus afirmaciones respecto a estas campanas ya que consideran que la publicidad que se dio en su día a la sequía fue una falacia porque, según dicen, "este concepto es muy relativo". "El Canal de Isabel II mantiene un grave conflicto interno entre su misión de gestionar los recursos hídricos y sus fines empresariales de ganar dinero con vistas a una posible privatización", asegura Martín Barajas, "y lo que realmente se pretendió es crear un estado de opinión en el que se considerase necesario la construcción de pantanos".

Con este argumento se oponen a la construcción de las presas de Matallana y Pozo de los Ramos, en Guadalajara. "La presión de las constructoras siempre está detrás de los embalses", afirma el miembro de Aedenat.

Los ecologistas critican que se volvieran a regar, una vez finalizadas las restricciones, los parques públicos con agua potable "mientras que en otras ciudades con mayores recursos hídricos, como París y Londres, ya se está utilizando agua reciclada desde hace años".

También añaden que la sequía nunca amenazó el consumo de los ciudadanos, ya que nunca se cortó el suministro. "El ahorro del 20% no implicó que la gente saliera a la calle sin ducharse", ironiza Martín Barajas. "Derrochar agua no es aumentar la calidad de vida".