La borrachera de Helmut Berger y la propina del sultán de Brunei
Helmut Berger, el controvertido actor austríaco a quien su descubridor, Luchino Visconti, llevó a la fama haciéndole protagonista de películas como La caída de los dioses o Luis II de Baviera, ha vuelto a las andadas y de nuevo al escándalo.Berger, de 49 años, viajó a Viena para asistir al estreno de Luis 1881, de los hermanos suizos Dubini. Y en la conferencia de prensa convocada para el evento apareció borracho y se comportó groseramente con los periodistas, insultó a las mujeres y, tras recalcar su condición de bisexual -"primero me divierto con el señor, luego con la señora y termino con la señorita"-, se ufanó de pertener a la jet society porque, dijo, "odio tener que hacer cola en la estación invernal de Gstaad. Me alquilo un helicóptero que me lleva a la cima y luego no tengo más que bajar la pendiente. Sé que la vida pasa muy pronto, pero os aseguro que he vivido intensamente".
Y cuando quiso abandonar su tierra estaba tan ebrio para subir al avión que tuvo que ser llevado a bordo por la tripulación, que hasta le hubo de atar el cinturón.-
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