El PSOE pide a González más coordinación entre Gobierno y partido para afrontar los problemas

Miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE expresaron ayer a su secretario general, Felipe González, la necesidad de hacer un esfuerzo de coordinación entre partido y Gobierno, ante la avalancha de dificultades que tienen por delante y la ventaja que en ocasiones saca el PP en sus descalificaciones por falta de réplicas adecuadas. El presidente andaluz, Manuel Chaves, fue especialmente insistente en esta cuestión y el secretario de organización, Txiki Benegas, lo hizo en el terreno de las medidas de "impulso democrático" que se van a negociar con la oposición.

Estas cuestiones y otras muchas se trataron ayer en una densa reunión de la Comisión Ejecutiva Federal presidida por Felipe González, en la que prevaleció el discurso constructivo, aunque hubo tintes pesimistas.La preocupación vino tanto por las dificultades que se aprecian para llevar adelante las conversaciones con la oposición para las reformas legislativas comprendidas en el llamado "impulso democrático" como por el discurrir incierto del diálogo con sindicatos y empresarios para sacar adelante el pacto social.

A estas dificultades se añadió ayer la reflexión sobre la situación de protesta de la universidad, así como la de los ayuntamientos. Esto llevó al presidente de la Junta de Andalucía y miembro de la ejecutiva, Manuel Chaves, a pedir un esfuerzo conjunto del partido y del Gobierno para que se explicara con prontitud y claridad a la opinión pública las razones de cada una de las medidas que se adoptan.

A juicio de Chaves, tanto la oposición como otros sectores enfrentados al Gobierno parecen ganar la batalla de la opinión pública, al no apreciarse una respuesta nítida de los socialistas. Txiki Benegas, por su parte, se refirió sobre todo a la necesidad de coordinación entre el Ejecutivo y la organización para llevar propuestas concretas a la oposición.

Tanto Benegas como el responsable del área institucional, Abel Caballero, se refirieron a la situación creada por algunos alcaldes, que han denunciado su situación de bancarrota y piden al Gobierno la renegociación de la deuda municipal, como primera medida, para reclamar, además, mayores aportaciones del Estado y de las comunidades autónomas para hacer frente a sus compromisos económicos.

La rebelión de los alcaldes

El secretario general del PSOE, Felipe González, dejo claro según asistentes a esta reunión, que hay que buscar fórmulas flexibles pero que, dada la situación de crisis, los ayuntamientos no pueden esperar más ayuda del Estado.González fue consciente de que la rebelión de los alcaldes puede ser un hecho en la próxima asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que se celebrará la primera semana de noviembre, por lo que pidió al partido que intervenga para apaciguar los ánimos.

Miembros de la ejecutiva hicieron notar que el presidente de esa federación, Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña, está intentando aplacar los ánimos, dado que han sido otros regidores -como los de Granada, Málaga y Barcelona, todos socialistas- quienes han hecho sus peticiones y sus denuncias al margen de la FEMP. Con esto, las fuentes informantes señalan que tenían intención de dejar claro ante González que Francisco Vázquez, reconocido guerrista, estaba actuando en este asunto "con responsabilidad".

Las intervenciones sobre la situación política fueron muy numerosas y destacaron la de Josep Maria Sala, por el lado más optimista, y la de José Ángel Fernández Villa, líder de UGT de la minería asturiana, por el lado pesimista.

La ex ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, apuntó la posibilidad de no dejar de lado un posible acuerdo con Izquierda Unida y resaltó su impresión de que se estaba poniendo más énfasis en obtener el pacto político en el Parlamento que el pacto social con los sindicatos. González le respondió que eso no era así en absoluto.