El alcalde ordena investigar si hubo irregularidad en La Esquina del Bernabéu
El presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, afirma que "metió la pata" y que "no sabía lo que decía" cuando el domingo insinuó ante los socios del club que había engañado al Ayuntamiento para construir un centro comercial junto al estadio Bernabéu. El concejal de Urbanismo, Ignacio Echevarría, manifiesta que su impresión es que todas las licencias son legales. Pero el alcalde, José María Álvarez del Manzano, mostró anoche su indignación por las palabras de Mendoza y ha ordenado una investigación.
Mendoza explica que su frase ("hubo que decir que se iba a hacer un centro de equipamiento social, porque, si no, no hubiesen autorizado a construir") fue la respuesta a un socio que preguntaba por qué no se había construido un centro social y un bingo donde ahora se encuentra La Esquina del Bernabéu.El alcalde señaló ayer, después de mostrar su indignación: "No puedo creer que [Mendoza] se jacte de un engaño, ya que, además, ese engaño puede que no se haya producido. De todas formas no quiero pronunciarme hasta que la comisión especial de urbanismo dé a conocer los resultados de la investigación", en declaraciones a la cadena Cope.
El concejal de Urbanismo del CDS que autorizó la licencia de edificación en 1991, José Luis Garro, trabaja ahora en el grupo de empresas Doma, una de cuyas filiales (Inmobiliaria Blasco de Garay) es la concesionaria de La Esquina del Bernabéu, según informó José María García en su programa de la Cope.
El edil de Urbanismo comenzó ayer las investigaciones para determinar si han existido irregularidades en la tramitación de licencias. El responsable de Urbanismo también estudiará si las obras se ajustaron a lo autorizado, aunque esa gestión ya está en marcha desde hace mes y medio para poder conceder la licencia de funcionamiento de La Esquina del Bernabéu, que, según fuentes del club, ha aportado 1.100 millones a sus arcas.
El primer permiso para ampliar el estadio se concedió en 1988 -gobernaba el PSOE en el Ayuntamiento- e incluía un club social. En 1989 se autorizaron un bingo y locales comerciales, pero en la última licencia (de 1991) desapareció el bingo.
Los vecinos llevaron el caso a los tribunales, pero perdieron el pleito. "Intentamos parar las obras, pero el tribunal nos pidió un depósito de 50 millones", explica la presidenta de la asociación de vecinos, Nines Arenillas.
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