"Los goles hacen que el futuro esté en mis manos"

Elogiado por su afición, que le considera el Christopher Reeve -Sukerman- del Sevilla, Davor piensa que el futuro está ahora en sus manos. Ocho goles en siete partidos garantizan la promesa que hizo al comienzo de la Liga: marcar 20 tantos. Acabar con la guerra de su país, que le provoca pesadillas nocturnas, es el gol que más le gustaría marcar.Suker está como un niño con zapatos nuevos. Al croata le gusta la buena vida -que encontró fácilmente en Sevilla-, vestir a la última moda, con mucho cuero, y disfrutar su ocio a bordo de su espectacular Mercedes descapotable o sobre una mesa de billar. Es, junto a Romario, la estrella de este comienzo liguero. A su equipo, sin embargo, su éxito goleador le va a suponer tantas alegrías como quebraderos de cabeza para conseguir su renovación. Una cláusula que permite al Sevilla renovar unilateralmente su contrato por un año puede , incluso acabar en un contencioso jurídico. Mientras tanto, Suker no quiere hablar de ello, y afirma: "Los goles hacen que el futuro esté en mis manos".

Pregunta. ¿Cuál es su estado de ánimo?

Respuesta. Estoy muy contento y tengo tres razones para ello. Primero porque ganó el Sevilla al Tenerife; segundo, porque soy Pichichi; y tercero, porque marqué el gol número 100 de mi carrera en Primera División.

P. Pese a la guerra, en su país parece que se siguen sus goles.

R. Sí. La televisión de Croacia está aquí desde hace una semana para filmar mi gol número 100. Hice 26 con el Sevilla, 34 con el Croacia de Zagreb y 40 con el Osiek. Por eso estoy contento y voy a seguir luchando contra Romario y Bebeto, que son los delanteros más peligrosos del fútbol español.

P. Usted prometió 20 goles. ¿Qué ha cambiado del pasado año a este para que tenga tanta confianza?

R. Cada delantero necesita marcar como mínimo 15 goles. Ese es el precio de cada delantero. Prometí 20 porque trabajé bien, llegó otro entrenador, Luis Aragonés, con el que estoy muy contento, y jugamos otro sistema, en el que Suker puede aprovecharse, cuando estoy bien y el equipo anda bien como ahora. Se está haciendo un buen trabajo.

P. A la vista de los resultados, ¿prometería algún gol más?

R. No, ahora hay que seguir el trabajo. No quiero hablar más, ni prometer más. Lo importante es continuar con el trabajo.

P. Pero es un buen momento para hacerlo, sobre todo porque es su último año en el Sevilla y negocia su renovación.

R. Sí, estamos negociando. Este año termina mi contrato y tengo una cláusula que puede estar dudosa, pero lo mío es marcar goles y no quiero pensar en otra cosa.

P. Sus goles interesan en Italia. ¿Ha tenido ofertas del calcio o de algún club de los poderosos en España?

R. Bueno, primero pienso hablar con el Sevilla. Estoy muy agradecido al Sevilla. Fue quien me compro, quien me dió publicidad para el fútbol europeo. Soy profesional y, normalmente cuando cumples bien tu trabajo, todos los clubes te quieren firmar, por eso tengo el futuro en mis manos. Pero también tengo la tranquilidad de saber lo que quiero hacer. Este año estoy tranquilo. Lo que me preocupa es marcar los 20 goles que prometí y que el Sevilla consiga clasificarse para la Copa de la UEFA.

Buscando pareja

P. ¿Qué le parece que su club ande aún buscándole una pareja que le acompañe en el ataque? Se habló de Pancev, ahora de Christiansen...

R. Tenemos una plantilla corta, con delanteros como Monchu o Carvajal. Puede llegar un hombre que marque 15 o 20 goles. Eso será bueno y todos estaremos contentos. Pero si no llega, tenemos un buen equipo, y cada día mejoramos el sistema, que podemos aprovechar aún más.

P. ¿Qué gol prefiere, el que clasificara al Sevilla para la UEFA o el que acabara con la guerra en su país?

R. Por su puesto, el que acabara la guerra. No hay ningún hombre del mundo al que le guste la guerra. Hay noches que tras ver las noticias tengo pesadillas. Creo que se debe arreglar pronto porque cada día mueren civiles.