¿Quién salvará a Italia?

La gran crisis italiana tiene tres salidas posibles: la disgregación, la recomposición o la innovación. Temo que la primera es la que está adquiriendo mayor actualidad. (...) La penuria económica (...) ha abierto una crisis social que tiene en el paro masivo su aspecto más dramático. (...) Y, sobre todo, hay una crisis política y un espíritu de secesión (...) en pleno auge. (...) En el centro de toda esta maraña está la Liga, (...) que del fascismo tiene la violencia verbal (por ahora sólo ésta) y una autocomplaciente exhibición de vulgaridad. (...) Una propuesta seria para cambiar el viejo juego político debería inspirarse en tres ideas esenciales: la unidad nacional, la solidaridad social y la eficiencia de la empresa y del Estado. Por primera vez, después de un siglo y medio, la unidad nacional está en serio peligro. (...) Para combatir este grave problema (...) habría que recuperar ese federalismo que reconoce la riqueza de la identidad italiana en su prodigiosa diversidad y en la estupenda unidad de su civilización. (...)Desde el punto de vista económico deberían definirse los puntos de un programa de reindustrialización en el que el Estado cumpla su verdadera función. (...) Para renovar una Administración pública ineficaz y costosa deberían llevarse acabo una serie de reformas respaldadas (...) por un movimiento popular de ciudadanos informados de sus derechos y en posesión de medios para ejercitarlos. (...)

, 19 de octubre