Portabales declara que varios "narcos" intentaron comprar su silencio

"Durante mi estancia en prisión intentaron darme grandes cantidades de dinero para que me callara la boca. La última cifra que me ofrecieron fue 60 millones de pesetas" afirmó ayer, ante el tribunal que juzga a 47 procesados de la Operación Mago, el arrepentido Ricardo Portabales. El proceso, que ayer entró en su quinta semana, contó de nuevo con una representación de medio centenar de Madres contra la Droga de Vigo, que reclamaron "sentencias justas".

Interrogado por varios abogados defensores, Portabales no escatimó ningún, detalle sórdido sobre su estancia en prisión: "Allí dentro ves cómo los drogadictos arañan las paredes, les ves vomitar por los pasillos tirados por los suelos y los que les venden la droga se ríen. Y muchos de los que estaban en prisión y reían ahora están detrás de mí", dramatizó Portabales en alusión a los que ocupan el banquillo.En otro momento Portabales admitió que antes de entrar en prisión había pasado ocasionalmente entre 200 gramos y medio kilo de cocaína. "Eso no quiere decir que yo haya ido como un camello de esquina a esquina", replicó enfadado a uno de los defensores, aunque precisó que en todo caso "hay camellos de lujo".

Portabales aseguró que mientras estuvo preso tuvo la sensación de estar "en una jaula con 20 leones y yo era el ratón". Por ello, admitió que al principio sólo denunció al capo José Paz Carballo, luego se retractó, después declaró contra otros tres y finalmente, en Madrid, denunció a todos los demás. "¿Luego usted va diciendo la verdad a trozos?", concluyó el letrado Femando Muñoz Perea. "No tengo inconveniente en reconocerlo, pero es la realidad lo que estoy diciendo", insistió el arrepentido.

Mientas, fuentes próximas al tribunal indicaron que los magistrados admitirán una petición del defensor de Portabales para que declare como testigo en el juicio el periodista deportivo José María García, citado por el procesado Carlos Goyanes como testigo de uno de sus viajes a Miami.