_
_
_
_
Entrevista:

"El sistema de cambios actual no es saludable para las economías"

El avance de la unión europea y del tratado de libre comercio entre EE UU y México (Nafta), y la Ronda Uruguay, despejarán las incertidumbres financieras. Es la opinión de Akio Morita, el presidente de Sony, uno de los empresarios más carismáticos de este siglo, formado en la Universidad Imperial de Osaka, cuando todavía resonaba en el Pacífico la artillería de Mac Arthur. Las tres grandes regiones, EE UU, Japón y la CE, presentan maneras de hacer los negocios distintas y reglamentos muy diversos. "Yo propongo fundar las bases para una economía global armonizando las leyes de la competencia y los impuestos", sentencia.Pregunta. En su día, la Comisión Trilateral, que usted preside en Japón, influyó para formar el Grupo de los Siete. ¿Trata ahora de refundar el FMI?

Respuesta. En la sesión plenaria de la Trilateral celebrada en abril en Lisboa, yo propuse armonizar las reglas económicas en el seno del G-7. En abril del 94 acabaremos la primera fase y entraremos en el tema monetario.

P. Por debajo de las intenciones la confrontación comercial entre las regiones se endurece. ¿Hemos entrado en una guerra comercial?

R. No hay guerra comercial. Todos los países, entre ellos Japón, tratan de ceder. En diciembre está previsto el cierre de la Ronda Uruguay y se alcanzará alguna conclusión positiva.

P. La percepción del ciudadano medio en EE UU y en Europa es que la inversión japonesa es un caballo de Troya, una argucia táctica para dominar estos mercados. ¿Usted qué dice?

R. Que Estados Unidos invierte en todo el mundo.

P. Al participar en el libro The Japan that can say no, escrito por el ultranacionalista japonés Shintaro Ishihara, hizo pensar que tiraba la piedra y escondía la mano.

R. Percibo que nadie ha leído el libro con suficiente atención. Ishihara tiene una posición nacionalista; yo tengo otro punto de vista, que, por otra parte, es el mismo de siempre. Le recuerdo que el libro no fue escrito conjuntamente. Se elaboraron por separado las dos posiciones -Y luego se trasladaron al texto. Desde luego, Ishihara y yo discrepamos.

P. ¿Es usted beligerante con la reforma del Estado del Bienestar y las relaciones laborales?

R. No estoy familiarizado con el sistema de relaciones laborales en Europa.

P. ¿Japón atraviesa la peor crisis económica en 50 años?

R. La recesión mundial afecta especialmente a Japón porque además inciden muy negativamente los últimos escándalos en torno a la Bolsa de Tokio.

P. ¿Se ha quebrado la confianza en la estricta moralidad tradicional de los hombres de negocio japoneses?

R. Japón no es una excepción en cuanto a escándalos, que, por otra parte, se dan en todo el mundo. Lo que se ha quebrado es la confianza del público, del pequeño ahorrador. Yo pienso ahora que el nuevo Gobierno aplicará medidas correctoras.

P. ¿Por qué el yen está tan alto?

R. Es una fluctuación, y le diré que yo, básicamente, estoy en contra del sistema de cambios libres. En el mundo el total de dinero que cambia de manos al día es del orden de un billón de dólares; de este total, menos del 2% es fruto de intercambios comerciales. Es decir, la mayor parte es dinero caliente, se intercambia con ánimo especulativo, y países como España, Inglaterra e Italia saben de esto porque fueron atacados fuertemente por las corrientes especuladoras. El sistema de cambios actual no es saludable para las economías.

P. Las fuertes subidas del yen son fruto de una corriente compradora cuyo resultado, al reforzar la divisa, reduce la competitividad exterior de su país. ¿Existe una acción concertada contra el superávit japonés?

R. No lo sé. Se lo diré muy claro: todo el mundo sufre con la especulación y, desde luego, España debería sentirse muy poco satisfecha con esta situación.

P. Usted enlaza la primera electrónica de consumo y la era de las comunicaciones.

R. La electrónica es la tecnología más importante de que dispone la humanidad. Desde el punto de vista económico, lo más importante es la fabricación; dicho de otro modo, lo que cuenta es el valor añadido en la cadena mundial de producción. Los máximos esfuerzos deben centrarse en el campo industrial, porque las operaciones monetarias mueven dinero pero no crean riqueza.

P. ¿El equilibrio económico está supeditado a la voluntad de las multinacionales?

R. Las compañías globales, además de tecnología y producto, transfieren cultura. Esta transferencia, en un planeta interconectado, es el mejor negocio y también el mejor servicio.

P. Los analistas advierten de la influencia de los hombres de negocios y de los lobbies sobre los estados y las superestructuas internacionales.

R. Yo tengo clientes en todo el mundo y, por tanto, mis parámetros son mundiales. Los políticos pueden tener diferentes actitudes, pero en general sus parámetros son nacionales.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_