Modernos
Después de los dinosaurios llega la moda de Buda y ésta va a coincidir con una promoción de preservativos que llevan la punta decorada con el rostro de un héroe. Por otra parte, la última tendencia literaria consiste en leer sólo los prospectos de las medicinas y los folletos de los herbolarios donde se explican las propiedades de las semillas y los minerales. Frente a la filosofía está la poso logía, que es la dosis de ácidos, vi taminas y barbitúricos que el es píritu necesita para hallar la paz. Eso mismo buscaba bajo una higuera el pequeño Buda cuando le dio este remedio contra el dolor a un brahmán mendigo: hay que absorber todo el Universo hasta reducirlo con la mente a un punto inmóvil en la boca del estómago. Semejante proeza espiritual, que a los ascetas más duros les ocupa ba una vida entera, hoy puede usted lograrla tomando una ración doble de Valium. También decía Buda que el amor es la única sus tancia que nos convierte en dioses. Tal vez por eso en las esquinas de Manhattan se venden ahora unos preservativos que, al ser desenvainados por la pasión, muestran el rostro de Robert Redford, de Jack Nicholson o de Paul Newman. Esta posibilidad de convertirse en un dios de goma entre las sábanas se produce en Nueva York y en la rambla de Canaletas, donde se expenden condones con los colores del Barça y que llevan estampada en la cima la imagen de Romario, de Laudrup y de Koeman riendo de furia como arietes en el instante de rematar a gol. Dinosaurios, budas felices, preservativos con héroes incorporados, semillas de calabaza: éstos son los ingredientes para llegar absolutamente moderno hasta final de año. La poesía más intimista se encuentra en la estructura del metamizol magnésico, que suaviza el alma; la serenidad puede alcanzarse con un poco de budismo californiano y rumiando pan de centeno; la impotencia sexual se corrige poniendo como suplente en el preservativo la cabeza del divo que su pareja prefiera; a usted le bas tará con empujar levemente mientras sueña con los dinosaurios.
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