Los peones del rey
Los vecinos de Madrid (3.010.000 habitantes) llamaron a los bomberos y se encontraron en lista de espera. Como en el médico. Las llamadas de auxilio desbordaron a los 220 bomberos que ayer se encontraban de servicio en 11 parques. El jefe de guardia intentaba poner orden en la ciudad. "Manejar 220 bomberos distribuidos en 11 parques es como plantear una partida de ajedrez"; explicaba. "El rey, que son los ciudadanos, siempre tiene que estar respaldado y guardado por los peones, que somos nosotros".Hacia las diez de la mañana, la centralita estaba a punto de bloquearse. Mientras el operario no paraba de recibir avisos, en la calle se movían al límite todos los efectivos. "Tenemos una lista de 14 avisos que no podemos atender", comentó el encargado del teléfono.
Mientras se resolvían los avisos más urgentes, el teléfono no paraba de sonar. Según el jefe de guardia, las llamadas recibidas ayer se atendieron con retraso, aunque los bomberos nunca tardaron más de una hora en llegar en auxilio de los vecinos. Algunos bomberos trabajaron 14 horas seguidas. Sin comer ni pasar por su parque.
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