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El PSC asume como propio el proyecto Catalunya Segle XXI de Pasqual Maragall

Catalunya Segle XXI es ya, también, un proyecto del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Su próximo congreso, que se celebrará en el mes de febrero, definirá conceptual y estratégicamente una operación cuyo perfil fue definido ayer por el primer secretario de los socialistas catalanes, Raimon Obiols, como "noble y ambicioso". Después de que este diario desvelara los proyectos del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, el PSC ha reaccionado con presteza: el proyecto Catalunya Segle XXI, según el sentido de las palabras de Raimon Obiols, va más allá del propio Maragall y de los compromisos electorales.

Los dos líderes socialistas que ofrecieron ayer una rueda de prensa, dijeron que Catalunya Segle XXI, esa plataforma política y cultural que debe agrupar liberalismo, catalanismo y progresismo, ha nacido para convulsionar positivamente la sociedad catalana y romper el bloqueo entre pujolismo y antipujolismo."El PSC" dijo Obiols, "es consciente de sus fuerzas y de sus limitaciones y sabe que es preciso establecer un diálogo, más allá del partido, para superar la situación de maniqueísmo, de patrimonialización de los símbolos y de las instituciones en que ha caído el nacionalismo oficial".

Catalunya Segle XXI simboliza ese esfuerzo de diálogo y de apertura, a juicio del primer secretario socialista, que señaló dos momentos claves en la definición de lo que habrá de ser ese proyecto: "Las próximas jornadas sobre el presente del catalanismo político, que va a celebrar el PSC en Manresa, en diciembre, y el congreso del partido, en febrero".

Las palabras de Obiols indican una reconducción de lo que era una iniciativa personal, desarrollada por el alcalde, entre diversos sectores económicos y políticos de la ciudad.

Serra conocía el plan

A excepción de Obiols y de Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, ningún otro dirigente conocía el detalle de las intenciones de Maragall, ni siquiera el nombre del proyecto. Desde hace algunos meses, Maragall ha ido explicando sus ideas en ámbitos que incluyen las familias herederas de las diversas vertientes del catalanismo, la burguesía liberal no-pujolista barcelonesa y sectores incorporados, aunque con cierta disidencia, al proyecto independentista de Esquerra Republicana.Ayer, el alcalde reafirmó los contenidos básicos del proyecto aunque se mostró especialmente preocupado por que pudiera ser identificado reductivamente con la palabra "liberal". "A veces", dijo, "las palabras pueden resultar confusas. El nuestro ha de ser un proyecto liberal-progresista".

El hecho de que el alcalde hubiera decantado sus exploraciones sociológicas por la franja de la burguesía liberal barcelonesa -franja social que es, por otro lado, la suya- y que hubiera tomado como referente histórico Acció Catalana -una refinada escisión intelectual y burguesa de la Lliga- ha provocado una cierta desconfianza en sectores del PSC, reticentes ante el empuje que las posiciones liberales pueden cobrar en el socialismo español. "Yo soy", recordó, por último Maragall, "corno Felipe González e Indalecio Prieto: socialista a fuer de liberal".

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