Clemente: "Si pasamos, podemos ser la sorpresa"

Javier Clemente dispone de un mes para preparar el decisivo partido frente a Dinamarca, el 17 de noviembre en Sevilla. El seleccionador tratará de hacer un equipo especifico, para vencer a los daneses y prescindirá de alguno de los jugadores que ganaron a los irlandeses. Clemente no da por hecha la clasificación, pero aventura que, "si pasa, España puede ser la sorpresa del Mundial". La Federación ya ha iniciado los preparativos para acondicionar las gradas del Sánchez P¡zjuán.

Todavía afónico y saboreando en pequeñas dosis su éxito de Dublín, Clemente ya ha comenzado a pensar en Dinamarca. "Quiero recordar a todo el mundo que no estamos clasificados y será muy complicado ganar a los daneses, pero yo me siento muy optimista después de comprobar de lo que son capaces mis jugadores", explica el técnico desde Bilbao.El seleccionador se siente tan identificado con sus jugadores que incluso se emocionó en el delicado momento de anunciar los descartes de Quique Estebaranz y Toni el pasado miércoles. "Son sensacionales y, si fuera por rendimiento, me los llevaría a todos para jugar contra Dinamarca, pero no puede ser. El equipo no puede parecerse al de Dublín porque cada partido es diferente y lo que hemos de buscar es el resultado; es decir, la victoria", comenta.Sin sorpresas

A pesar de los cambios obligados, Clemente no tiene prevista ninguna sorpresa ante Dinamarca y se moverá en torno al colectivo que ha utilizado en los últimos partidos: "Tengo las cosas muy claras. Si elijo a un jugador y no me da lo que le pido, no vuelve a la selección. El caso más emblemático de mi forma de pensar es Julio Salinas, que siempre cumple. Julito es grande, como Nadal. Este último empezó a ir a la selección cuando no era titular fijo y ahora se ha convertido en un mundialista nato. Es el prototipo de jugador polivalente que me gusta".

El seleccionador está convencido de que ha acertado con los jugadores escogidos y no tiene intención de variar su forma de actuar: "Se me puede criticar, pero yo escojo a los que considero que son mejores. La base técnica de esta selección es fabulosa. No es extraordinaria, pero yo la compararía con aquélla que llegó a la final de la Eurocopa de 1984. Estoy convencido de que, si pasamos, España puede hacer un gran papel en el Mundial".

Clemente no se muestra exultante a pesar del éxito de Dublín: "Soy consciente de que, si hubiéramos perdido, el planteamiento habría sido malo porque en el mundo del fútbol, digan lo que digan, sólo cuenta el resultado. Lo tenía planificado desde hacía una semana y la exclusión de Alkorta por Voro no fue cuestión de unas horas tan sólo". Curiosamente, Jackie Charlton intentó sorprenderle con una artimaña propia de un técnico de una personalidad muy similar a la suya. Los dos seleccionadores ocultaron las alineaciones hasta el tiempo límite.

A Clemente ya le habían soplado que Aldridge no jugaba, pero Charlton quiso que cambiara de planes haciendo salir del vestuario a Aldridge con la camiseta número 10 para que se tomara un café y, luego, viera el partido desde la grada. El entrenador español no picó en el anzuelo. "Me daba igual lo que hiciera porque estaba seguro de cómo jugarían los irlandeses. Aunque debo reconocer que el gol de Caminero nos serenó", recuerda.

Clemente sigue en sus trece de no olvidar ni perdonar a sus críticos: "No voy a reconciliarme con mis enemigos aunque ganemos a Dinamarca. Jamás les daré tregua porque en esta vida cada uno elige a sus amigos, que no buscan el bien personal como los sinvergüenzas. Sus críticas reiteradas no me harán dudar. Me puedo equivocar, pero mis decisiones son rápidas y las llevo hasta donde sea. Tengo muchos argumentos para adoptar esta postura y el que quiera recordarlos sólo tiene que buscar en las hemerotecas para comprobar las fechorías que me han hecho".