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Reportaje:

En todas partes 'adoraban' a Stalin

Finlandia acoge una muestra de los miles de regalos recibidos por el dictador en su 700 cumpleaños

José Stalin logró el colmo del culto a su personalidad con motivo de su 70º cumpleaños, en 1949. Así lo testifican los 25.000 regalos que el todopoderoso dictador recibió, la mayoría de los cuales se encuentran en las bodegas del Museo de la Revolución de Moscú.Ahora, a los 40 años de la muerte del seminarista de Tbilisi, el Museo de Historia de la ciudad de Lahti, a 75 kilómetros al norte de Helsinki, capital de Finlandia, ha acogido por primera vez fuera de la Unión Soviética una representativa muestra de los regalos que le fueron enviados a Stalin. La exposición, que permanecerá abierta hasta el 11 de noviembre y que probablemente visite otras ciudades europeas, según sus organizadores, lleva por título Stalin: hombre o divinidad.

Todos los presentes proceden de los más diversos lugares de la ex Unión Soviética, así como de los más apartados rincones del planeta. Una vez vencida la Alemania nazi, Stalin era visto por millones de personas como salvador de la humanidad y la esperanza de un futuro maravilloso. Más tarde, el mundo comprobaría que para mantener su poder el dictador no dudó en ejecutar a miles de compatriotas cuyas ideas albergaban dudas sobre su forma de controlar el país con mano de hierro.

Objetos de arte y de artesanía popular y otros simbólicos, como aquel par de zapatitos, los primeros de un niño francés muerto en un campo de concentración y cuya madre envió a su ídolo, fueron exhibidos en forma ininterrumpida desde 1949 hasta 1953 en el Museo de la Revolución y Museo del Arte de Moscú. La exhibición de Lahti consta de 124 objetos, que fueron cuidadosamente seleccionados por Irina Orlova y Natalia Karljushenko, dos especialistas moscovitas. Entre los regalos expuestos se incluye una pipa que, según Orlova, nunca fue usada personalmente por Stalin.

Artesanos brasileños confeccionaron una preciosa bandeja hecha con alas de mariposas tropicales y perlas. La muestra incluye también unos modestos guantes tejidos en el asilo de ancianos de la ciudad francesa de lvry. En la carta de felicitación, los ancianos franceses esperaban que Stalin pudiera influir para que las condiciones de la tercera edad fuesen en Francia tan buenas como en la URSS.

Los republicanos españoles no podían estar ausentes de tan magna fiesta. Así es como en la exposición del Museo de Historia de Lahti figura una bella estatuilla de águila hecha con perlas Majórica.

A pesar de medir sólo 167 centímetros de estatura, Stalin siempre se dejó pintar como un gigante. Él era casi 30 centímetros más bajo que su ministro de Exteriores, Vyacheslav Mólotov, pero en todos los cuadros de la época expuestos en Lahti, aparecen como si tuvieran la misma estatura.

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