Los clanes manejaron cinco toneladas de cocaína en cuatro años, según Portabales

El arrepentido Ricardo Portabales declaró ayer en el juicio por la Operación Mago que varios importantes narcotraficantes se reunieron el 12 de mayo de 1988 en el restaurante El Lagar, de Villagarcía de Arousa, para repartirse una partida de cocaína procedente de un alijo de 1.000 kilos decomisado días antes en el País Vasco. Según Portabales, esta partida había sido facilitada por algún policía que la sustrajo antes de que se destruyera la mercancía por orden judicial. El arrepentido dijo también que, durante los cuatro años que él estuvo con los clanes gallegos, éstos manejaron unas 80 toneladas de hachís y cinco de cocaína.Portabales, que se reincorporó ayer al juicio, tras reponerse de una dolencia renal, explicó que en la reunión de El Lagar estuvieron José Paz Carballo y Laureano Otibiña, entre otros. Este último ofreció a los demás la venta de "ciento y pico de kilos" de cocaína, que presuntamente procedían de un alijo de una tonelada decomisado días antes en Irún (Guipúzcoa) en el interior de un camión. Agregó que Paz Carballo le explicó que Oubiña había obtenido esta mercancía de manos de unos policías del País Vasco, a través de un intermediario del que sólo sabe que se llamaba Cándido, funcionario gallego del Cuerpo Nacional de Policía.

El arrepentido aseguró haber tenido en sus manos los 20 kilos de cocaína adquiridos por su "socio" José Paz Carballo y que tenía una pureza del 87%, antes de ser mezclada con hidrocaína para proceder a su posterior distribución entre clanes gitanos de La Coruña y Pontevedra.