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ELECCIONES EN GALICIA

González reclama la concentración del 'voto útil' progresista para impedir una victoria conservadora

Felipe González respaldó ayer al candidato socialista a la presidencia de la Xunta, Antolín Sánchez Presedo, como un dirigente político que en la pugna electoral con Manuel Fraga encarna "el futuro frente al pasado, la solidaridad frente al egoísmo y la tolerancia frente a la intransigencia". El presidente del Gobierno se mostró convencido de que si los populares ganan estas elecciones suscribirán la cesión del 15% del IRPF, porque Galicia recibirá con ello en 1994 más dinero por habitante que Cataluña. González invocó la concentración del voto útil y reclamó el apoyo de "todos los progresistas".

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El secretario general del PSOE dio a Sánchez Presedo el espaldarazo que éste esperaba para intentar acortar la amplia distancia que le separa, en cuanto a intención de voto, de Manuel Fra ga. Incluso el guerrista Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña, que hasta ahora apenas había participado en la campaña electoral, le expresó el apoyo de todo el partido, si bien invocó, quizá con alguna ironía, que "la reválida más importante para un líder son las urnas".Los socialistas reunieron a unas 4.500 personas en el Palacio de los Deportes de La Coruña, que pocos días antes de las elecciones del 6 de junio congregó casi el doble de público en otro mitin de Felipe González. Éste tuvo buen cuidado de agradecer el apoyo que los gallegos dieron al PSOE en esa ocasión, como no habían repetido desde 1982. El candidato del PSOE a la presidencia de la Xunta había argumentado que nada facilitaría más la victoria de Fraga que el electorado de izquierda dispersara sus votos entre varias formaciones políticas.

Felipe González reprochó al PP la contradicción en la que incurre en estas elecciones autonómicas al reclamar la mayoría absoluta. Una estabilidad que los populares ahora consideran imprescindible para gobernar en Galicia mientras que la combatieron cuando la tenía el Gobierno de la nación y aspiraba a revalidarla en las últimas legislativas.

Cohesión y solidaridad

González hizo un detallado relato del drama que ha presenciado hace pocos días en Bosnia -hasta donde viajó para apoyar a los cascos azules españoles- para resaltar los riesgos de la pérdida de cohesión entre las regiones y los sectores sociales de un país. No citó a España expresamente pero dejó claro que es un riesgo sobre el que deben meditar los españoles. "De la cohesión y la capacidad de solidaridad depende nuestro destino como país", sentenció.

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El presidente del Gobierno se quejó de haber oído "más de una bobada" al hilo de la negociación con los nacionalistas catalanes sobre la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas. Incluso aventuró que si los populares ganan las elecciones gallegas muy probablemente reclamarán la gestión de ese tramo del IRPF, aunque ahora se opongan, porque en 1994 le reportaría a Galicia 98.800 pesetas por habitante, 8.734 pesetas más que lo que percibiría Cataluña por cada ciudadano.

Para mostrar el esfuerzo que el Gobierno de la nación realiza en Galicia, señaló que por cada 100 pesetas de impuestos recaudados en la comunidad autónoma, el Estado revierte 136.

González reprochó a la Xunta que despliegue una "publicidad exacerbada" y que, en ocasiones, atribuye a la Administración autónoma obras e inversiones financiadas mayoritariamente por el Gobierno central. "Yo no voy a publicar ningún anuncio, pero las autovías las ha hecho el Ministerio de Obras Públicas y, por tanto, toda España", explicó.

A pesar de las discrepancias que han obstaculizado por ahora las negociaciones entre Gobierno, sindicatos y empresarios, hizo un nuevo llamamiento al pacto social, que definió a estas alturas como un esfuerzo para arrimar el hombro", ya que concesiones es muy difícil hacer.

Tras recordar en público que ahora se cumplen 19 años desde que fue elegido, en Suresnes, secretarlo general del PSOE y que desde aquella fecha ha visto caer a varios líderes de AP y del PCE, González aseguró que es una "verdadera estupidez" la acusación del Partido Popular de que se aferra al poder.

Sánchez Presedo repitió casi literalmente el discurso político que ha desgranado a lo largo de toda la campaña electoral. Prometió un pacto por Galicia con empresarios y sindicatos; se comprometió a atajar el alejamiento de esa comunidad autónoma respecto del progreso de otras regiones, y ofreció un estilo de gobierno antagónico del autoritarismo que él achaca a Manuel Fraga.

En el mitin intervino también el alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, quien resaltó que Sánchez Presedo "cuenta con el apoyo de todo el partido". Con su participación, y la del ex presidente socialista de la Xunta Fernando González Laxe -el gran marginado- en otros actos de apoyo a Sánchez Presedo, el sector guerrista, hasta ahora ausente de la campana electoral por la exclusión de que ha sido víctima en las listas de candidatos, se suma formalmente a la recta final.

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