La N-VI se cortará al tráfico por voladuras tres días a la semana hasta diciembre

Los accesos a Madrid por la carretera de La Coruña serán cortados tres días a la semana durante los próximos dos meses para permitir las voladuras controladas motivadas por las obras de ampliación de la autovía, entre Torrelodones y Villalba. Esta carretera es una de las que más atascos padece durante las horas punta, ya que enlaza el centro de la capital con el área donde se concentra el mayor número de urbanizaciones de toda la región.El fin del calvario para los usuarios de la N-VI tiene un calendario, fijado de común acuerdo entre Obras Públicas, la Dirección General de Tráfico y la empresa Dragados y Construcciones. En principio, se ha tratado de mitigar el enorme caos que pueden generar dos cortes diarios de tráfico durante tres días a la semana a lo largo de dos meses.

Tanto la empresa adjudicataria de las obras como Obras Públicas hubieran preferido efectuar las voladuras de noche, cuando el tráfico es menos intenso, pero razones de seguridad y de índole legal impiden hacerlo, de manera que se ha decidido por cortar la circulación los martes, miércoles y jueves, entre las 11.00 y las 11. 30 y entre las 12.30 y las 13.00, desde el próximo 14 de octubre hasta el 9 de diciembre.

Estos cortes de tráfico no se aplicarán el día 2 de noviembre, día de retorno del puente de Todos los Santos; los días 9 y 10 de ese mismo mes, por el puente de la Almudena, y los días 7, 8 y 9 de diciembre, por coincidir también con otro puente, el de la Inmaculada.

Para quienes se vean obligados a circular entre Torrelodones y Villalba durante los cortes, la Dirección General de Tráfico propone tres alternativas:

1. Enlazar con la autopista A-6 (salida 2, Guadarrama) a través de la M-600 por el Valle de los Caídos, El Escorial y Galapagar hasta Las Rozas.

2. Salida de la A-6 a la altura de Pryca-parque de bomberos y enlazar con el eje Pinar, M-505 y M-600, como en, el caso anterior.

3. Tomar el eje formado por la M-607, vía Colmenar Viejo-Cerceda, con la M-609 por Collado Mediano-Guadarrama hasta enlazar con la A-6.

Los cortes a la circulación en una vía de gran tránsito no son nuevos en Madrid. Hace un par de años se aplicaron en la N-I para ejecutar las obras de la autovía de Burgos, a la altura de de La Cabrera. Tanto esta zona como la de Torrelodones pertenecen a una misma formación geológica, dominada por el granito de la sierra madrileña.

En las obras para ampliar la plataforma de la carretera de La Coruña (N-VI) desde el río Manzanares hasta su conexión con la autopista A-6, en el término de Guadarrama, había dos tramos difíciles.

Uno es el que transita entre las urbanizaciones de alta densidad como El Plantío, La Florida y Las Rozas, donde el alto valor del suelo ha elevado el gasto del erario público para costear las expropiaciones. La dificultad del segundo tramo, Torrelodones-Villalba, son de orden geológico. Los terrenos son rústicos a fuerza de ser pedregosos: granito puro.A finales de 1994

En este tramo, las obras son más ambiciosas en la medida que se trata de dotar con un carril más a los dos existentes en cada sentido y de abrir dos vías de servicio a ambos lados de la autovía, con dos direcciones cada una. Llevarlas a cabo sólo es posible a menos que se proceda a volar con dinamita las masas de granito que flanquean el trazado actual.

Si no surgen dificultades, las obras, evaluadas en 4.200 millones de pesetas, estarán finalizadas a finales del próximo ano, según la Demarcación de Carreteras de Madrid.

Las primeras voladuras se efectuarán en la margen derecha, dirección Torrelodones, con el fin de dejar expedito el terreno para la vía de servicio. Están diseñadas para que la explosión no dure más de cinco minutos. La media hora de interrupción de tráfico se justifica en que es el tiempo mínimo necesario para la recogida de los cascotes que se desplomen sobre la calzada.