El desbarajuste se adueña de la capital por un aguacero que los expertos consideran normal
La lluvia caída casi sin interrupción del sábado al domingo -considerada normal para estas fechas por expertos en meteorología ha provocado un enorme desbarajuste en la capital. Los madrileños se quedaron este fin de semana sin toros y sin teatro. La novillada de picadores de Las Ventas no se celebró, y las goteras obligaron a suspender el sábado la representación de El Tenorio en el teatro Español. El agua no sólo entorpeció la vida ciudadana, sino que influyó en multitud de accidentes de tráfico con víctimas: cuatro muertos (dos el sábado y otros dos ayer) y unos 50 heridos.
El desbarajuste causado por estas precipitaciones flageló la circulación en el paseo de la Castellana (que estuvo cortado al tráfico dos horas por la caída de un árbol) y algunas de las principales arterias interiores y de acceso a la capital. Hubo cortes de fluido eléctrico en varios edificios de la avenida de Guadalajara, fuertes retenciones viarias e incluso automóviles averiados.Todo ello sin contar la mala jugada que gastó la lluvia el sábado a unos 3.000 automovilistas en el aparcamiento del centro comercial de La Vaguada. Durante tres horas no pudo salir un solo coche: se quedaron bloqueados.
Cifras "normales"
La falta de costumbre ha podido llevar a muchos madrileños a pensar que ha llovido muy abundantemente; sin embargo, las mediciones realizadas por el Instituto Nacional de Meteorología arrojan cifras perfectamente normales para esta época del año. Las lluvias caídas entre las siete de la tarde del viernes y las siete de la mañana del sábado fueron de 53 litros por metro cuadrado, según informa . El agua embalsada no subirá estrepitosamente.La nevada que cayó el viernes sobre la sierra de Madrid se ha quedado en simple espejismo. Un viento templado procedente del Atlántico es el responsable de que se frustrara el inicio de la temporada de esquí en el sistema Central.
El mal tiempo, unido mala operación salida del puente de El Pilar, ha obligado durante todo el fin de semana a trabajar más de lo habitual a los servicios de emergencia de la capital. La Policía Municipal contabilizó un total de 63 accidentes desde la madrugada del sábado hasta las doce de la mañana de ayer. El sol salió avanzada la tarde.
El siniestro más grave se produjo sobre las tres y media de la tarde en la M-40, a la altura de la avenida de Logroño. Murieron dos personas y otra resultó herida. La mayoría de los accidentes, motivados por la lluvia, fueron derrapes y choques de vehículos contra vallas, árboles y farolas. Precisamente, un la cíada de un árbol provocó un colapso circulatorio de dos horas en el paseo del Prado, a la altura del Ministerio de Sanidad, sobre la una de la tarde.
Las intervenciones de los 220 bomberos que han estado de guardia se han triplicado durante este húmedo fin de semana "En el transcurso del sábado al domingo tuvimos que hacer 156 salidas en vez de las habituales 50", señaló el oficial de guardia de Bomberos. El teléfono sonó casi mil veces a lo largo de esa jornada en la sede central. Lo normal es 500.
En la central de la calle Imperial 8 (donde está situado el parque sexto de los bomberos madrileños) los cinco telefonistas de guardia no dieron abasto. Mientras atendían una llamada había cinco o seis en espera.
A mediodía hicieron la salida más corta del fin de semana: justo frente al parque, en una pensión de la calle Imperial situada en una quinta planta, la lluvia derrumbó la comisa y los escombros se amontonaron en la acera.
Si a lo largo de la mañana de ayer los bomberos realizaron solamente 14 salidas, a partir de las tres de la tarde, después del coparron que la ciudad, las intervenciones se sucedieron unas tras otras.
A las seis se contabilizaban ya 82 salidas. Mientras un grupo de bomberos necesitó cinco horas en desaguar un sótano inundado en la calle del Caballero de la Blanca Luna, otra dotación acudía al distrito de Salamanca, a tranquilizar a una anciana que estaba asustada por el desprendimiento del techo de su cocina.
Gracias a la lluvia, en cambio, no hubo ningún contenedor de basuras incendiado, algo habitual en las noches madrileñas.
También retornó a la normalidad el Teatro Español, que el sábado suspendió las funciones de Don Juan Tenorio debido a las filtraciones. Los bomberos limpiaron parte de la salida de agua con la ayuda de un alambre, y anoche don Juan subió otra vez al escenario.
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