Un relevo accidentado
El relevo de Carlos Sotos Pulido como presidente de IGS no ha sido fácil. Ha tardado casi medio año. Gobierno y sindicato han buscado con ahínco el candidato ideal. José Barrionuevo, ex ministro del Interior, fue el primero en recibir la propuesta, poco antes de irse de vacaciones. A la vuelta de su descanso estival, el ex ministro del Interior y de Transportes declinó el ofrecimiento.Entonces, empezaron a desgranarse muchos nombres: Baltasar Aymerich (ex consejero delegado de Caja Postal), Eduardo Mangada (ex consejero de Urbanismo de la Comunidad de Madrid), Eduardo Moreno (ex-director financiero de Renfe), Julio Rodríguez (presidente del Banco Hipotecario) son sólo los más conocidos de la larga lista.
IGS-UGT prefería un profesional independiente para pilotar la salvación de su maltrecho grupo de empresas. El Gobierno, por su parte, se inclinaba por alguien de perfil bastante más político.
Finalmente, se llegó a la solución Julio Rodríguez. Perfecto conocedor del mercado inmobiliario y militante socialista. Tras muchos tiras y aflojas, Rodríguez dio el sí un martes 21 de septiembre. El miércoles 22, Rodríguez dudó. Una nueva reunión y la garantía de que IGS contaría con financiación, volvieron a convencer a Julio Rodríguez. El nombramiento estaba hecho.
Rodríguez solicitó información abundante sobre la situación del grupo y, según diversas fuentes, hizo saber que precisaría un tiempo para hacerse cargo de IGS-PSV. Una postura prudente que, pese a las llamadas de este periódico, no ha podido ser contrastada con el presidente del Hipotecario.
Mientras tanto, la situación del grupo de empresas empeoraba por momentos. Con la financiación aún por aprobar, con Carlos Sotos cuestionado y con los cooperativistas en la calle, la reunión del comité confederal del sindicato, convocada para el día 6 de octubre, tenía que terminar con el nombramiento de un presidente para IGS.
Cada minuto era realmente precioso. El viernes 1 de octubre, UGT, con el beneplácito del Gobierno, encontró el recambio definitivo de Carlos Sotos: el ex director de Patrimonio Prudencio García Gómez, otro hombre muy conocido en círculos socialistas. "A Julio Rodríguez", aseguran en UGT, "se le pasó el arroz".
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