El derribado teatro Lavapiés enfrenta a Patrimomio con el Ayuntamiento

La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid insiste en que la comisión mixta Ayuntamiento Comunidad sobre defensa del patrimonio histórico nunca dictaminó sobre el derribo del teatro Lavapiés y la sala El Molino Rojo, ambos situados en el mismo edificio de la calle del Tribulete demolido el pasado mes de julio. Dicha comisión es el único organismo que puede evaluar expedientes de ruina de edificios catalogados con máximo grado de protección, como es el. caso del teatro Lavapiés.Responsables municipales discrepan de esta versión. Pedro Areitio, gerente municipal de Urbanismo, declaró ayer: "El edificio, que estaba en ruina, al ser un inmueble catalogado pasó por la comisión de patrimonio, allí todo el mundo se enteró de que se iba a demoler y nadie dijo nada", afirma.

Por su parte María Antonia Suárez, presidenta del distrito Centro, en el que se hallaba el edificio, aseguraba ayer a este periódico que no tiene ninguna información sobre el asunto: "He pedido a la Gerencia Municipal de Urbanismo el expediente". Pero tres meses después de la demolición aún no lo tiene.

De "nuevo escándalo del gobierno del PP" calificó los hechos Juan Barranco, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento: "Nosotros teníamos un proyecto que retomó el PP al principio, pero ha dejado que se muera el inmueble para demolerlo".

Rincón del castizo

Barranco hace referencia al año 1987, cuando el Ayuntamiento de Madrid, que él presidía, adquirió el teatro Lavapiés y El Molino Rojo. Ramón Herrero, como concejal de Cultura, se encargó del proyecto de uso de dicho local. El periodista y experto teatral Javier Domingo, jefe de servicios culturales del Ayuntamiento en aquellos años, se entusiasmó con la idea y preparó un minucioso proyecto en el -que se ciaba cabida a un pequeño museo, actuaciones de género chico, representaciones de zarzuela y tonadilleras, audiciones, y otras numerosas actividades. Incluso se llegó a pensar llamarlo Centro de Casticismo. Mientras se preparaba el proyecto, la sala fue utilizada como local de ensayos.

Ya con el PP en el Ayuntamiento, en 1989, Ángel Matanzo, concejal de Centro hasta febrero de 1993, recuperó la idea, a la que le incorporó alguna variación. Pensaba denominarlo Rincón del Castizo.

Francisco Herrera, portavoz de IU en el Ayuntamiento, declaró ayer: "Es un nuevo paso en la destrucción del equipamiento cultural en el centro de Madrid, desde el punto de vista legal parece que no existe ninguna incorrección; pero si existe una dejación política", y añade, "esperemos que el Ayuntamiento al menos desarrolle el proyecto del avance del Plan General que tiene explicitado". Dicho Plan afecta a la reforma de la plaza de Agustín Lara junto a la que se halla el solar del Lavapiés y a un viejo centro comercial.