"Las personas de la ciudad no conocen el cielo"

Asunción Sánchez es, con sus 38 años, la directora del Planetario de Madrid -que depende de la Concejalía de Cultura- desde 1985. Sin duda, lo que más veces habrá tenido que ver en sus siete años de gestión son miradas de asombro dirigiéndose a ella. Y es que realmente choca tanta juventud -y bellezaen un físico teórico que ha diseñado el Planetario madrileño, ha puesto en marcha varios programas en él y se ocupa de su gestión."Es verdad que, al principio, mis colegas se sorprendían al verme, pero he conseguido que me conozcan y conozcan mi trabajo", dice. Estos días le ha tocado ser la anfitriona del XI Congreso Internacional de Directores de Planetarios, al que asisten 50 delegados de todo el mundo y que se celebra bajo el lema El planetario mágico.

Pregunta. ¿De qué hablan tantos directores de estos centros juntos?

Respuesta. De lo que cada uno hace en el suyo. Es una oportunidad que tenemos de compartir experiencias y de aprender unos de otros para tener nuevas ideas. El mundo de los planetarios no es competitivo, sino que cada uno expone sus experiencias para que todos las puedan utilizar. Un congreso como éste sirve para nutrirse de nuevas técnicas, de nuevos programas.

P. ¿De qué se ocupa el director de un planetario?

R. Para que un planetario tenga éxito, el director tiene que estar directamente ligado e implicado en la producción y realización de los programas. Mi experiencia me dice que las instalaciones que más me gustan son los que tienen directores que llevan esto a cabo. Es la manera de no estancarse.

P. ¿Qué le falta al Planetario de Madrid?

R. En estos momentos se puede decir que está muy bien dotado. No tenemos rayo láser porque hasta ahora no lo hemos considerado necesario, y ahora no es el momento más adecuado para pedirlo. Nosotros hemos sido muy afortunados, porque el nuestro se fue dotando poco a poco, coincidiendo con la revolución de los planetarios. Cuando nosotros empezamos había muchísimos menos medios, ahora los planetarios se han convertido en verdaderos centros multimedia, que tienen que competir con los medios visuales.

P. ¿Cuántas personas trabajan en el Planetario?

R. El Planetario tiene el problema de tener sólo cuatro personas en el equipo técnico: dos ingenieros, un astrofísico y yo. Se colabora también con artistas.

P. ¿Hacia dónde va el futuro de los planetarlos?

R. Tienen que superarse cada día más porque estamos en el reino de la imagen. Cada vez tienen que ofrecer programas más espectaculares para atraer a la gente. Tienen que ser sitios de ocio, de divertimento, a la vez que divulgativos. Por eso hemos llamado a este congreso mágica, es decir, que con la magia de las imágenes podamos atraer a la gente.

P. ¿En qué se traduce la aplicación de nuevas tecnologías en estos centros?

R. Hace sólo unos años era imposible pensar que un planetario pudiera ser interactivo, aunque es una opción que yo no considero buena precisamente para el Planetario de Madrid. Se avanza mucho en técnicas de sonido, en la variedad de proyecciones y en calidad de imágenes. Todo eso hace que cada vez sean mejores.

P. ¿Conocen los madrileños su cielo?

R. Las personas de ciudad no conocen el cielo. Sin embargo, existe un grandísimo interés por todos los temas de astronomía. Basta como ejemplo el gran desfile de gente que hubo este verano pasado cuando pusimos los telescopios a su alcalce para ver Saturno y la Luna.

P. ¿Cómo es el cielo de Madrid?

R. Muy contaminado y, en estos momentos, nublado. Pero afortunadamente hay una instalación donde la gente puede ir a ver el cielo.

P. ¿Quiénes disfrutan más en el Planetario de Madrid, los niños o los mayores?

R. La respuesta del público es muy distinta, muy variopinta. Los niños son mucho más expresivos, manifiestan sus emociones. Sin embargo, los mayores que disfrutan son más contemplativos.