El flamenco asalta los templos del rock

Cuando en marzo de 1989 se anunció la actuación de Camarón de la Isla en el Rock Club -por entonces uno de los garitos rockeros de mayor prestigio-, la reacción fue de asombro y desconfianza. Era la primera vez que un cantaor flamenco se enfrentaba a una audiencia rockera jugando en campo contrario. El de la Isla ganó por goleada. Hoy, locales como Morocco, Revólver y la sala Caracol incluyen como estrellas de sus programas a los flamencos. Los tugurios de metal, cuero y plataformas se han convertido en tablaos de los noventa.

Aquel primer encuentro oficial entre dos públicos -abocados a entenderse, en cualquier casotuvo su continuidad en junio de 1991 en Revólver Club, una sala caracterizada por ofrecer a su audiencia actuaciones de las últimas tendencias del rock de todo el mundo. Hace ya dos años Revólver se atrevió a ceder su escenario para la presentación del primer disco de la Barbería del Sur, con el mítico Ray Heredia, que murió un mes más tarde. Enrique Morente asitió a ese concierto y se quedó sorprendido.A los pocos días, Morente cantaba en Revólver su particular recreación de la Misafiamenea. "Decidimos dar carta de naturaleza al flamenco en nuestro club", comenta una representante de la sala, "y así iniciamos los Lunes flamencos". No todo fue un camino de rosas. En los primeros días dedicados al flamenco eran pocos los rockeros y los aficionados al cante que se acercaban a la sala. Revólver no desesperó y poco a poco fue viendo cómo los lunes volvía a llenarse su local con chupas de cuero y pelos largos junto a gitanas bien arreglás y señores encorbatados. Fue un principio sólido: en los dos últimos años han pasado por allí Chano Lobato, José Mercé, Aurora, El Agujetas, Enrique Melchor y Chaquetón, entre otros.

Para el mes de octubre están previstas las actuaciones de Chato de la Isla, que con 66 años y enfermo del corazón continúa en la brecha; José Soto Sorderita, uno de los fundadores de Ketama, acompañado al baile por su mujer, Loli Habichuela, y el jovencísimo Miguel Poveda, la nueva revelación del cante. Parte de estos artistas estarán otro día en Caracol, que sin tener las características de sala dedicada a la programación de actuaciones vanguardistas completarán con ellos su ecléctica apuesta. Otra sala madrileña lejana al flamenco, Morocco, con un público más avanzado y moderno, va también a dedicar un día a la semana al flamenco. El lunes último contó ya con la presencia de Javier Ruibal como inicio de su vocación de raíz flamenca, aunque parece que el día elegido va a ser el miércoles. A diferencia de Revólver, Morocco pretende ofrecer la misma actuación durante cuatro semanas seguidas.