El Ejecutivo cree que algunas demandas e los vascos no se pueden cumplir

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha conseguido, al menos, llevar a su terreno al Gobierno, dado que en la reunión de anteayer, -aunque terminó sin resultados prácticos-, se discutieron "de manera global" todas las transferencias pendientes. No obstante, el PNV, al poner encima de la mesa las demandas que consideran que les corresponden, ha llevado al Gobierno a la conclusión de que algunos temas son de imposible acuerdo."Algunas concepciones resultan radicalmente diferentes", reconoció ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes. No citó a qué se refería, pero sin duda el Gobierno considera inaceptable la propuesta peneuvista de tener su propio banco público.

Tanto el Gobierno como el Partido Nacionalista Vasco, al menos, utilizan ya el mismo lenguaje, que es hacer abstracción en sus conversaciones de los actuales presupuestos y extender la negociación a la posibilidad de acuerdo durante toda la legislatura.

El día anterior se habían reunido en Burgos además de Pedro Solbes y Jerónimo Saavedra, ministro para las Administraciones Públicas, los consejeros del Gobierno vasco, Joseba Zubía (Presidencia) y José Luis Larrea (Economía y Hacienda).

Apoyos en el Parlamento

Hasta ahora las tres reuniones han servido de tanteo para saber de qué posición se parte. El Gobierno central, muy preocupado ahora por conseguir apoyos en el Parlamento para aprobar los presupuestos, confía en contar con los votos del PNV y seguir a partir de ese momento con la negociación del resto de las transferencias.Los nacionalistas se han diferenciado en su estrategia, -dado que mientras que los vascos no dan demasiada importancia a los actuales presupuestos para 1994, los catalanes van paso por paso y optan por centrarse en las cuentas generales del Estado.