Un polícia, encarcelado por matar de un tiro a un detenido en Las Palmas
Un ciudadano portugués, Gilberto Márquez Saraiba, de 40 años, falleció en los calabozos de la comisaría de Las Palmas de Gran Canaria a causa de un disparo efectuado por el policía Rafael Padrón Mederos, que ayer ingresó en prisión. La víctima y el agente, según la versión oficial, habían discutido poco antes de que se produjera el incidente, a las ocho de la tarde del domingo. El citado funcionario, que estaba de servicio en la comisaría, fue amenazado por Márquez Saraiba con estas palabras: "Conozco tu vehículo, sé dónde lo estacionas, y cuando salga de aquí te lo quemaré".
Márquez Saraiba, natural de Lisboa, iba a ser devuelto a su país de origen por haber quebrantado una orden de prohibición de entrada en España decretada contra él durante un periodo de cinco años.El ciudadano portugués se encontraba desde el pasado viernes en los calabozos policiales situados en la calle de Canalejas, en la capital grancanaria. Había sido detenido en otras 22 ocasiones por robos con violencia e intimidación, reclamaciones judiciales, resistencia y desobediencia, usurpación e infracciones a la ley de extranjería.
Según la nota oficial de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, el policía, "presa de un gran nerviosismo, extrajo su arma reglamentaria y efectuó un disparo", que alcanzó en la cabeza al detenido.
Éste murió después -transcurridas unas dos horas, según informó ayer un portavoz de la policía- en el hospital del Pino, adonde fue trasladado en un vehículo policial. El agente que disparó sobre él fue también conducido a un centro sanitario, "para establecer su estado físico y psíquico".
Según la versión del policía, la pistola se le cayó al suelo involuntariamente y se le disparó. Pero los hechos sucedieron de otra manera, según los testigos. La Jefatura Superior de Policía retiró la placa, el carné profesional y las armas reglamentarias en poder de Rafael Padrón Mederos, como medida cautelar, según informó ayer un portavoz de dicho cuerpo.
Los hechos fueron puestos en conocimiento del juez de guardia en la misma noche, por orden del jefe superior de policía en Canarias, Carlos Corrales, que ayer solicitó a la Dirección General de Policía en Madrid la suspensión provisional de funciones, del agente implicado y abrió un procedimiento interno para esclarecer su responsabilidad, al margen de la actuación judicial.
Un portavoz de la Dirección General de Policía confirmó que este organismo ha abierto una investigación interna para aclarar los hechos y agregó que, según los primeros indicios, es posible que el agente utilizara su arma estando bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Diario de Las Palmas informaba en su edición de ayer que el policía fue sometido a la prueba de alcoholemia en un hospital local,
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria, Miguel Ángel Parramón, que se encontraba de guardia, permaneció en las dependencias policiales tras el suceso hasta las siete de la mañana de ayer. Después de tomar declaración a varias personas que se encontraban detenidas en los mismos calabozos y que presenciaron los hechos, dictó prisión provisional sin fianza para el autor del disparo.
El policía Rafael Padrón -de unos 40 años, edad que no fue precisada- ingresó ayer en la cárcel de Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria
Explicaciones a la familia
Por otro lado, la policía se ha dirigido a la familia de Juan Fernández Martín, el vecino de Vilasar de Mar (Barcelona) herido de un disparo de un agente que le confundió con un traficante de drogas, para dar explicaciones de los hechos y lamentar lo ocurrido, informa Efe. Fuentes policiales informaron de que el jefe del área de estupefacientes de Barcelona, Julio Fernández, se entrevistó ayer con Francisco Fernández, hermano del herido, que se encuentra hospitalizado en estado grave.
El jefe de estupefacientes ha apartado del servicio temporalmente al agente que efectuó el disparo "por su estado anímico". Las mismas fuentes indicaron que esta medida "no tiene carácter sancionador". Julio Sanmartín, abogado de la familia del herido, compareció ayer en el juzgado para presentar una denuncia, ya que, a su juicio, los hechos podrían ser constitutivos de un delito de homicidio frustrado en el caso de que se confirmara que el agente no se identificó y disparó sin dar el alto
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