Ataques en el PSOE al liberalismo de Solchaga

La polémica surgida el pasado fin de semana entre el ministro de Obras Públicas Transportes, José Borrell, y el presidente del grupo parlamentario, Carlos Solchaga, originó ayer una cadena de declaraciones de destacados dirigentes socialistas. Con la excepción del ministro de Trabajo, José Antonio Griñán, quien opté por criticar las formas y no analizar contenidos, el resto terció en favor de Borrell. El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, llegó a calificar las teorías del ex ministro de Ecomonía de suprimir las leyes del suelo para que sea el mercado el que configure el urbanismo como "bastante estúpidas". La dirección del PSOE mostró ayer su preocupación por las tensiones internas, que pueden debilitar la imagen del Gobierno.

Las posiciones políticas de Solchaga y Borrell han puesto de manifiesto las diferencias ideológicas de los socialistas, larvadas en los últimos diez años. Ésta es la conclusión de distintos miembros del Gobierno y dirigentes renovadores y guerristas, al tiempo que portavoces de la dirección del PSOE llamaban ayer la atención, en declaraciones a este periódico, por el peligro de que las discrepancias internas debiliten al Gobierno en un momento dificil que debe presentarse como interlocutor sólido ante sindicatos, por un lado, y formaciones políticas nacionalistas, por otro.Este temor encierra la perplejidad de los antiguos dirigentes del PSOE por la "fálta de disciplina" que últimamente reina en el PSOE, si bien esta visión no es compartida del todo por el presidente del Gobierno, Felipe González. Según personas del entorno del presidente, éste ve con buenos ojos que, por fin, el PSOE y el Gobierno estén en candelero "por diferentes concepciones sobre la salida de la crisis económica" y no por las peleas entre personas.

No obstante, consideran que las diferencias, al menos expuestas públicamente, deben tener un límite. Precisamente, el ministro de Interior, José Luis Corcuera, en las jornadas socialistas en Bilbao celebradas este fin de semana, pidió que en los actuales momentos de dificultad el PSOE tenía que cerrar filas en torno al Gobierno, y defender su política " sin arrugarse". Según asistentes a la reunión de Bilbao, el secretario de organización, Txiqui Benegas, también llamó la atención sobre la necesidad de apoyar al Gobierno, si bien precisó que el Gobierno debía discutir y debatir internamente las políticas que pensaba llevar.

Asistentes a la reunión de Bilbao señalan que el PSOE ha entrado, de manera irreversible, en una etapa en la que puede cuestionarse "casi todo". Estas fuentes reconocen que la situación debe tener "algún tipo de control". Por último, recomiendan al sector guerrista que se abstengan de poner en cuestión la política gubernamental.

Confusión

La confusión, no obstante, puede producirse a partir de ahora en cualquier momento dado que, en las cuestiones concretas, el discurso de muchos renovadores es coincidente con el de los guerristas. Así, la posición de José Borrell en defensa del papel del Estado, es compartida por dirigentes guerristas tales como Carlos Sanjuán o Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pero también con renovadores como Joaquín Leguina y José Barrionuevo.

Las dirigentes socialistas que terciaron ayer en la polémica fueron:

- Juan Pedro Hernández Moltó (secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha): "Se trata de un enfrentamiento dialéctico muy fructífero de cara al congreso federal, que en el fondo no esconde más que lo que está sucediendo, es decir, un importante debate de fondo, donde se están confrontando ideas".

- Carlos Sanjuán (secretario general de los socialistas andaluces): "Sin duda ninguna muchas de las cosas que dijo el señor Solchaga no las comparto como socialista, pero dentro del PSOE hay pluralismo y ahí dentro está la posibilidad de Solchaga para defender estas opciones, que yo no comparto en absoluto". "Me parece que Carlos Solchaga está muy a la derecha del PSOE".

- Eduardo Martín Toval (ex portavoz del Grupo Parlamentario Socialista): "Esas ideas de Carlos Solchaga no se corresponden ni de lejos con lo que piensa la mayoría del grupo".

- José Antonio Griñán (ministro de Trabajo y Seguridad Social): "Estoy de acuerdo en la forma con lo que ha dicho Solchaga, porque lo hizo en un órgano interno de reflexión. Estoy en desacuerdo con quienes tratan de justificar sus posiciones contradiciendo lo que dicen otros compañeros, utilizando medios de comunicación, o tratando de llevar un debate interno a lo externo".

- Carmen Hermosín (secretaria del PSOE sevillano): ["Las declaraciones de Solchaga] no tienen mucho sentido. Se puede tener una mentalidad más o menos liberal en temas de mercado, pero esto no es que sea liberal, sino que es caótico, desordenado, sería tremendo...".

-Luis Yáñez (ex presidente del V Centenario): "A mí me parece más acertada la posición de Borrell que la de Solchaga en el tema urbanístico, aunque en otras cosas puedo coincidir más con Solchaga".

- Carmen García Bloise (miembro de la Comisión Ejecutiva Federal): "[La tesis de Solchagal es absolutamente minoritaria, y bastante distanciada de la que representa Felipe González". "En un momento como éste, con tantos parados, no se pueden hacer denuncias generales. Evidentemente que no podemos pagar a vagos, pero tampoco tenemos que trabajar para los especuladores

- Jenaro García-Arreciado (portavoz del PSOE en la Comisión de Infraestructuras del Congreso): "La opinión mayoritaria del partido y de la sociedad no está por copiar el modelo de Estados Unidos de ordenación de las ciudades".

- Ramón Jáuregui (secretario general de los socialistas vascos): "Me sorprendió ver eso de liberalizar el control urbanístico. A mí también me ha sonado mal, pero tengo que escuchar los argumentos".

Paralelamente, una comisión de expertos estudiará las ventajas que la presencia del sector público tiene en la política del suelo, según manifestó a Europa Press la nueva secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, Cristina Narbona. Esta comisión será creada a instancias del ministro José Borrell.