En tránsito
La Bolsa española continúa deambulando dentro de una zona indefinida en la que incluso los acontecimientos internacionales tienen escasa capacidad de influencia. Las noticias que llegaban de Rusia a lo largo de la mañana apenas consiguieron romper el hielo en un mercado falto de alicientes y excesivamente precavido ante una situación técnica bastante compleja. La directriz alcista de la actual tendencia está a punto de forzar una toma de decisiones al acercarse a los niveles de resistencia y a la posición del índice general, lo cual obliga a inversores y analistas a buscar en los datos fundamentales alguna señal que les permita adelantar acontecimientos con un margen de error aceptable. De momento, ha sido la orientación vendedora la que ha marcado la pauta, más por los plazos fijados para la posible recuperación de la economía española que por la suerte que pueda correr el régimen ruso.El volumen negociado, con poco más de 12.000 millones de pesetas, es el mejor indicador del desconcierto, sobre todo después de que las cotizaciones se hayan visto empujadas por las necesidades del cierre trimestral. Los mercados internacionales se mostraron algo más optimistas ante el control de la situación rusa por el bando que apoyan sus gobiernos, lo que se tradujo en ligeras recuperaciones que en ningún caso superaban el 1%. La apertura al alza de Wall Street no aportó ideas a los inversores españoles, con lo que el índice general terminaba la sesión con un recorte del 0,46%, 1,31 puntos. El Ibex 35 cedió un 0,40%.