La Lambada

Al guipuzcoano Joaquín Urio Velázquez se le conoce como La Lambada desde que hace cierto tiempo fue sorprendido en una discoteca de Gijón a las cinco de la madrugada del día en que iba a dirigir un partido del Sporting. Su designación para el derby no le gustó a Jesús Gil, el presidente del Atlético. No tuvo reparo alguno en reprochárselo al de los colegiados, Victoriano Sánchez Arminio. "Creí que iba a pitar un chico joven", llegó a decir para chinchar a Urio, uno de los árbitros más viejos. Sus 46 años le obligan a colgar el silbato esta temporada."Gil quizá pensase que esto funcionaba como en el pasado. Pero ahora no tenemos ninguna presión", replicó Sánchez Arminio, quien también tiene algo que reprochar a Urio. "Me habría gustado que no hubiese hecho las declaraciones que hizo. No quiero manifestaciones polémicas a las que luego se les puede sacar punta", manifestó el presidente de los árbitros. lirio respondió en un medio informativo a Gil: "Si no le gusto, es su problema".

Urio y sus dos jueces de línea tendrán a su lado un delegado federativo desde su llegada a Madrid. En esta ocasión es un catalán, el ex colegiado Miguel Pérez., "No queremos que sea un espía", aclaró Sánchez Arminio, pero desde que se implantó tal medida son una especie de "comisarios" que conocen todos los movimientos de los árbitros, desde el hotel en que se hospedan hasta las personas que puedan acompañarles en las comidas, en las que incluso suelen participar. Para rematar la faena, son los encargados de elaborar el informe de sus actuaciones en los partidos.