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Reportaje:

El general discreto cuelga el uniforme

Colin Powell, el militar más querido en EE UU, deja la jefatura del Estado Mayor

Antonio Caño

Colin Luther Powell es un maestro en el arte de la discreción y un ejemplo de cómo se puede ganar las simpatías de los ciudadanos con el sencillo bagaje de un trabajo bien hecho. El general Powell, que ha dirigido el Ejército norteamericano en momentos tan decisivos como el final de la guerra fría o la Operación Tormenta del Desierto, que ha ganado medallas y ha hecho historia por ser el primer negro que accedía a la jefatura del Estado Mayor, se jubila hoy. El presidente de EE UU, Bill Clinton, le entregó ayer la medalla de la libertad en un emotivo acto al que asistió toda la jerarquía militar del país.Tal vez el apartado más meritorio de su hoja de servicios ha sido reconciliar a sus Fuerzas Armadas con una sociedad civil que, tras el síndrome de Vietnam, no había vuelto a mirar con simpatía a sus hombres de uniforme. En sus cuatro años al frente del Ejército, Powell se ha convertido en el militar más querido desde Eisenhower.

Colin Powell es habitualmente descrito por la prensa norteamericana como el único hombre que podría ser candidato presidencial, tanto demócrata como republicano, y ganar las elecciones. Él asegura que no tiene ambiciones políticas.

De momento, abrirá una oficina en San Francisco y se concentrará en sus memorias, por las que cobrará más de 800 millones de pesetas, y en lucrativas conferencias.

Powell se ha convertido en superestrella un poco por suerte y casi a su pesar. No ha estado implicado en ningún escándalo ni ha ganado batallas épicas. Son otras cualidades las que le han dado fama: honestidad, seriedad y solvencia. El general es la típica persona a quien uno le confiaría un millón de dólares.

Powell es el caso de hombre hecho a sí mismo que tanto gusta a los norteamericanos. Nacido en Nueva York hace 56 años, crecido en el Bronx y educado en la escuela pública, este descendiente de emigrantes jamaicanos entró en el Ejército en 1958 como una forma de ascender en la escala social.

A su regreso de Vietnam, donde sirvió en una posición de mando del arma de infantería, se graduó en administración de empresas por la George Washington University y fue destinado a la Secretaría de Defensa. Tras un breve paréntesis en Alemania, Powell trabajó en la oficina del Consejo Nacional de Seguridad hasta que fue ascendido por George Bush a la jefatura del Estado Mayor. Pese a su vínculo con la política, nadie ha podido saber cuál es la tendencia ideológica de este hombre, que al principio tuvo problemas con Bill Clinton por su oposición a la entrada de homosexuales en el Ejército.

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