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Entrevista:

"La Constitución define a Abjazia como Estado soberano"

VIadislav Árdzinba, de 48 años, nada tiene de militar, y a diferencia de muchos dirigentes rusos y de otras repúblicas de la desaparecida URSS, que a la primera oportunidad se ponen el uniforme de camuflaje, él jamás lo ha hecho. La guerra es para Árdzinba algo que le han impuesto y que hubiera preferido evitar. Pero este historiador tampoco tiene nada de débil y ha hecho comprender a su pueblo que no hay alternativa: o vencen o desaparecen. Antes de la guerra quedaban en una Abjazia habitada por medio millón largo de personas apenas 96.300 abjazos. Ahora son muchos menos.Ahora que Sujumi (Sujum para los abjazos), la capital de Abjazia, ha sido liberada hay que "encontrar un método pacífico para que las tropas georgianas, tal y como establecían los acuerdos de Sochi [de julio pasado], sean retiradas de territorio abjazo. Esta es la principal condición", dice Árdzinba.

Pregunta. ¿Y si no la cumplen?

Respuesta. Entonces no tendremos alternativa. No podemos continuar eternamente en estado de guerra. Debemos expulsar al enemigo de nuestras tierras y tratar de comenzar una vida pacífica. Hace 14 meses que combatimos. ¡Basta ya!

P. Le acusan de haber violado los acuerdos de Sochi y de haber engañado a georgianos y rusos.

R. Cuando detuvimos nuestra ofensiva en vísperas de estos acuerdos habíamos conquistado importantes localidades que dominan Sujum desde lo alto. Allí creamos una importante plataforma para conquistar la ciudad. Pero cuando surgió la posibilidad de una solución pacífica, la firmamos.

Creo que los acuerdos de Sochi eran muy buenos porque resolvían problemas que antes ni siquiera había querido debatir la parte georgiana. Primero, la completa retirada de las tropas georgianas y de su material militar del territorio de Abjazia, y segundo, el regreso a Sujum de los órganos legítimos de poder. Estos dos puntos debían hacerse efectivos en un plazo de 10 a 15 días. Concedimos prórrogas hasta fin de agosto. Todo sin resultado.

P. ¿Cree usted que Shevardnadze estaba utilizando la demora con fines políticos?

R. Eso es. La utilizaba para instalar en Sujum a todos los refugiados georgianos. Los que antes vivían en Agra, Gudaúta y otras localidades. Todos eran llevados a la capital. Y empezaron a ocupar las casas de los evacuados: de griegos, judíos, rusos, armenios y abjazos. Como resultado, Sujum ya era georgiano en un 90%. O sea, que cuando tratáramos de volver a nuestras casas las íbamos a encontrar todas ocupadas. Era la base para un futuro conflicto. Pienso que los georgianos querían utilizar aquella tregua para dividir Abjazia en dos. Esas intenciones están reflejadas en el mapa que nos envió la ONU como suplemento a un documento. Nuestra república aparece dividida por el río Gumistá, y al sur de éste, en georgiano, se puede leer: "Abjazetia".

P. ¿Cómo ve usted el futuro Estado de Abjazia?

R. Nuestra Constitución define Abjazia como un Estado soberano. Y con los países vecinos que no amenacen nuestra seguridad debemos suscribir acuerdos bilaterales en los que se determine nuestro futuro.

P. ¿Aceptaría ahora relaciones federativas con Georgia?

R. Establecer relaciones federativas con un país que se ha puesto como meta el exterminio de un pequeño pueblo vecino entrañaría el peligro de que cualquier día, de nuevo, se pudieran poner en movimiento los tanques georgianos.

P. ¿Desearían formar parte de Rusia?

R. En su tiempo, nosotros pedimos ingresar en la Federación Rusa. Ahora creo que hay que encontrar estrechas formas de convivencia con ese país, ante todo porque en Rusia se encuentran nuestros hermanos, los pueblos del Cáucaso del Norte.

P. ¿Es usted partidario de crear un república de los pueblos del Cáucaso?

R. Eso lo dirá la historia. Ahora la tarea es impedir que nos separen por medio de fronteras. Conseguir que podamos tener relaciones normales.

P. ¿Cómo ve usted el futuro económico de Abjazia?

R. Tenemos recursos minerales y la posibilidad de desarrollar centros turísticos y la agricultura (fruta, tabaco, café, té). Creo que nuestro potencial económico es suficiente para que podamos vivir tranquilos.

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