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IGS es la pieza clave para que sean posibles las viviendas de PSV

La compañía IGS SA y varias de sus filiales son pieza clave para que las viviendas de las promociones de PSV sean realidad algún día, porque la cooperativa tiene pactado con IGS que ésta se encargue de todas las gestiones precisas para ello. Existe una estrecha relación entre la cooperativa PSV y el grupo de empresas de IGS, asegurada no sólo por relaciones contractuales, sino por la gestión del equipo que rodea a Carlos Sotos, el hombre que ha dirigido todo este entramado durante los últimos cinco años.La relación IGS-PSV está montada de tal modo que ni un piso, ni un solar puede ser adjudicado ni construido sin la intervención del grupo gestor de IGS. Un documento interno de esta última empresa, titulado "Plan de actuación de PSV S. Coop. 92-93", preparado para convencer a los bancos de que es un buen negocio financiar las viviendas de la cooperativa, lo reconoce con toda claridad: "El patrimonio de PSV sería intransmisible sin la acción de IGS, dadas las relaciones contractuales firmes que existen entre ambas entidades".

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IGS y algunas de las empresas de su grupo se ocupan desde la compra de suelos y la constitución de hipotecas, hasta la contratación de empresas constructoras, pasando por la presentación y pago de permisos, licencias, escrituras y demás documentos. A lo largo de 1992, una de las filiales de IGS, denominada IGS Gestión, se subrogó en algunas de las obligaciones de gestión asumidas por ésta, que ha vuelto a recuperarlas desde principios de este año.

Por eso, cualquier plan de salvación pasa por abordar los graves problemas internos del grupo de empresas de IGS. A esa tarea se ha dedicado febrilmente el secretario de finanzas de UGT, Sebastián Reyna, desde que el 30 de julio pasado se convirtiera en consejero-delegado de IGS, facultad que ejerce solidariamente con los anteriores consejeros-delegados, Carlos Sotos y Francisco Hernández García. El fruto más visible de las negociaciones desarrolladas hasta ahora es el anuncio de que se ha conseguido un crédito-puente para las necesidades más urgentes. Falta todavía mucho dinero para que los compromisos adquiridos por PSV con los adjudicatarios de viviendas puedan cumplirse.

Pero ¿quién manda en IGS? La central sindical UGT cuenta con el 47% del capital. Dos de sus directivos representan al sindicato en el Consejo de Administración de la sociedad: Paulino Barrabés, como vicepresidente -quien, a su vez, preside la cooperativa PSV- y Sebastián Reyna, este último nombrado consejero-delegado a finales del pasado mes de julio, en plena crisis.

El resto del capital social, que en realidad es el paquete mayoritario (53%), se encuentra en manos de otra entidad, en la que tienen un peso dominante Carlos Sotos y dos personas muy vinculadas a él desde antes de la entrada de UGT, Francisco Hernández García y Fermín Bretón.

La crisis ha motivado, por el momento, el anuncio de que Julio Rodríguez sustituye a Carlos Sotos.

En cuanto a la Esfera Armilar, se trata de las fincas situadas al este de Madrid, en que se iba a construir un gigantesco monumento de 92 metros de altura y tan ancho como el estadio Bernabéu. Con esa construcción, la empresa IGS, en colaboración con la Sociedad Estatal del Quinto Centenario, pretendía revalorizar todo el polígono de Valdebernardos. Monumento que nunca fue construido, tras una larga y conocida serie de vicisitudes, ni hay perspectivas concretas de que alguien vaya a hacerlo en un futuro previsible.

El agujero de Unial

Al margen de la auditoría, una de las claves que explican la situación de IGS es que ha enterrado más de 7.000 millones de pesetas en la compra de otras empresas, la mayoría de ellas en situación de pérdidas. Un dato: en su balance de 1992, IGS ha tenido que provisionar como "depreciación" 3.800 millones, es decir, más de la mitad de la cantidad invertida en comprar las sociedades que ahora componen su maltrecho grupo.

Gran parte del coste de la compra de empresas se ha ido al pozo sin fondo de la Unión Social de Seguros (Unial), entidad que, como se sabe por informaciones publicadas con anterioridad, ha sido expedientada por la dirección general de Seguros. A 31 de diciembre de 1992, la cuenta de resultados de Unial recogió unas pérdidas de explotación de 2.728 millones de pesetas, cantidad que superaba su propio capital social.

Para mayor gravedad, Unial es la compañía que asegura las cantidades entregadas por los cooperativistas de PSV a cuenta de sus futuras viviendas.

También es significativa la suma invertida por IGS en comprar una sociedad que ahora le pertenece al 99%, denominada Alcalá 90, S.A. IGS ha tenido que provisionar 770 millones por una inversión total de 785 millones en la adquisición de participaciones en la empresa Alcalá 90 que originariamente pertenecía, entre otros, a Carlos Sotos, el hombre que a lo largo de los cinco últimos años se ha visto revestido con la doble clámide de presidente ejecutivo de IGS y director gerente de la cooperativa PSV.

La información disponible sobre las cuentas de IGS muestra también que, a finales de 1992, a IGS le debían cantidades importantes otras empresas de su grupo. En estas mismas páginas se publica la relación íntegra de entidades participadas por IGS y del coste que le ha supuesto la compra de acciones de cada una de ellas, así como las cantidades provisionadas para prever las pérdidas sufridas.

Todo esta situación parece muy alejada de la filosofía grandilocuente del informe de gestión aprobado por el Consejo de Administración de IGS sobre el último ejercicio, según el cual la compañía "continúa inmersa en la gestión y promoción de un plan urbanístico sin precedentes que la hará figurar entre las primeras grandes empresas españolas dedicadas a estas actividades".

La posición de UGT

Cuando la firma Ernst and Young terminó las auditorías de IGS y de PSV, en junio pasado, se desencadenó la petición de socorro lanzada por dirigentes de la UGT al Gobierno y a entidades públicas de crédito, principalmente Argentaria y Cajamadrid.

Las negociaciones parecen haber dado fruto, puesto que las constructores Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados y Cubiertas, contratadas para construir 2.700 viviendas en el polígono de Valdebernardos, tienen previsto iniciar hoy las obras, según anunciaron ayer PSV e IGS.

Un miembro de la dirección confederal de UGT comentó anoche a este periódico, en relación con las auditorías y balances de IGS y PSV, que la dirección del sindicato es consciente de las pérdidas patrimoniales que se han producido en la aseguradora Unial. "Es un hecho que la auditoría habla de que existen necesidades financieras", admitió. "Pero considerar las obligaciones que tenemos con terceros como si eso fuera un agujero, no se tiene de pie", añadió.

"Las dificultades que estamos atravesando son evidentes", continuó el dirigente ugetista. "Pero lo que a nosotros nos preocupa ahora, antes que nada, es garantizarle al adjudicatario de una vivienda que va a poder recibirla. Un agujero se produciría realmente si nosotros diéramos ahora un frenazo en seco. Pero, como sindicato, estamos decididos a cumplir nuestros compromisos con los 20.000 cooperativistas".

El dirigente de UGT enfatizó el hecho de que "éste es un proceso vivo", por lo cual "la foto fija del grupo de empresas en un momento determinado, como es el final de un ejercicio, podría dar una impresión errónea al cooperativista. Si hay agujero o no, se verá al final de todo el proceso en marcha".

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