Corcuera sugiere que dimitirá si se prueba que hubo malos tratos a presuntos etarras

José Luis Corcuera, ministro del Interior, rechazó ayer de plano que las Fuerzas de Seguridad del Estado maltrataran a ninguno de los detenidos a lo largo de la pasada semana por su presunta relación con ETA, dos de los cuales fallecieron en dependencias policiales de Bilbao y Tres Cantos (Madrid). Corcuera sugirió que, si en el futuro se demostrara lo contrario, tanto él como sus más directos colaboradores presentarían la dimisión. Representantes de los partidos políticos dieron por buenas las explicaciones del ministro en el Congreso de los Diputados y pidieron que continúen las investigaciones hasta aclarar todos los detalles.

"Créanme si les digo que en pocas ocasiones he sentido la necesidad imperiosa de dirigirme a todos los ciudadanos españoles a través de sus señorías como en esta ocasión". Con esta solemnidad inició Corcuera su intervención ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso. Para el ministro, las Fuerzas de Seguridad se ven sometidas hoy a una "ofensiva".Al explicar la muerte de Xabier Galparsoro -que cayó de una ventana de la Jefatura de Policía de Bilbao el lunes de la pasada semana-, Corcuera admitió que el funcionario que lo estaba interrogando incurrió en negligencia. Señaló que Galparsoro no sólo no sufrió malos tratos, sino que tuvo un trato "deferente". ETA reconoció ayer que era miembro de la banda. Sobre el fallecimiento de Miren Gurutze Yanci -que ocurrió el pasado día 20 en Tres Cantos-, el ministro afirmó que todo indica que la muerte se produjo por causas naturales.

Al referirse a la también detenida María José Lizarribar -que denunció malos tratos que le produjeron abundantes hematomas en brazos y piernas-, el ministro aseguré que ya los tenía la presunta colaboradora de ETA cuando fue detenida, si bien señaló que se había producido "una cierta fuerza" por parte de la Guardia Civil al arrestarla.

La Mesa de Ajuria Enea, reunida ayer en Vitoria, acusó de cinismo a HB, a la vez, que recomendó a la sociedad "que no prejuzgue los hechos ni las intenciones" en todo lo ocurrido la pasada semana.

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Editorial en la página 16