Mendoza desea incorporar a Inocencio Arías como director general del Real Madrid

La directiva del Real Madrid ha iniciado ya las medidas para reorganizar la entidad y salir de su aguda crisis. Así, Ramón Mendoza desea incorporar a Inocencio Arias, hasta hace dos semanas secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores, como director general del club, cargo de nueva creación. La directiva quiere poner en marcha un plan de austeridad económica que conlleva la renegociación de las primas por partido del primer equipo. Asimismo, la junta estudiará la rescisión del contrato de algunos jugadores. Por último, el Madrid firmará un nuevo contrato con Doma, que le reportará alrededor de 2.000 millones y recortará su compromiso de 25 a 15 años.

Inocencio Arias, de 47 años, es la persona elegida por Ramón Mendoza y sus más cercanos colaboradores para emprender una nueva etapa en el Real Madrid. La elección de Arias se fundamenta en el prestigio profesional y personal de que goza, tanto a nivel nacional como internacional, así como su confesado madridismo. Arias dejó hace dos semanas su cargo en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Mendoza ha iniciado ya las gestiones con el diplomático y el acuerdo final puede producirse de un momento a otro. La decisión de Arias está en función de si acepta o no el destino que el Ministerio de Exteriores le ofrezca como embajador (Roma o Lisboa son las opciones más probables).La creación del puesto de director general, cargo ejecutivo con amplios poderes y responsable únicamente ante Mendoza, se ha contemplado dentro de la directiva en varias ocasiones e incluso se llegaron a barajar algunos nombres, pero finalmente la figura del gerente, Manuel Fernández Trigo, logró eclipsar cualquier opción. En esta ocasión, la determinación de los rectores madridistas es firme, ya que existe la creencia de que el modelo de empresa que aplica Silvio Berlusconi en el Milan es el más apropiado para las actuales necesidades del Madrid. El club retomará en breve la idea de convertirse a medio plazo en Sociedad Anónima Deportiva. En el contexto de la reestructuración, el futuro del secretario técnico, Ramón Martínez, es uno de los puntos a debatir por la junta.

Afán de recorte

En este afán de recorte económico, la junta directiva, de acuerdo con la opinión del entrenador, Benito Floro, quiere estudiar la rescisión del contrato de algunos jugadores. Se contemplarán los casos de jugadores veteranos de la plantilla que habitualmente suelen ocupar plaza de suplentes y aquellos que no sean rentables a juicio del técnico.

El Madrid ya intentó al principio de la temporada desprenderse de algunos de sus jugadores, pero sus elevadas fichas anuales y su escaso rendimiento impidieron que algún equipo se interesara por sus servicios. El Madrid optará ahora por negociar con ellos una salida a sus contratos y darles la oportunidad de que ellos se resuelvan el futuro lejos de la entidad. En este sentido, las negociaciones entre el club y el Bayer Leverkusen para el traspaso de Robert Prosinecki están muy avanzadas.

Contrato con Dorna

El Madrid firmará en un plazo de unos 10 días un nuevo contrato con la empresa Dorna. Los directivos del área económica del club han trabajado durante dos meses con altos ejecutivos de Banesto, propietario del 50% de Dorna, en la confección de un nuevo contrato. EL PAÍS ha podido saber que el acuerdo que se firmará en breve reportará a la entidad madridista alrededor de 2.000 millones y reducirá el compromiso que vincula a ambas entidades de 25 a 15 años.

Dentro de las medidas económicas que prepara el club está la de renegociar las primas que por partido cobra la plantilla profesional de fútbol. El deseo de la junta es que sólo se cumplan los acuerdos firmados en contrato con los jugadores.

El Madrid pagó el año pasado algo más de 200 millones de pesetas a la primera plantilla de fútbol en concepto de primas, al margen del premio que obtuvieron por ganar la Copa del Rey. En la pasada campaña, cada futbolista madridista gozó de la siguiente tarifa: 250.000 pesetas por victoria obtenida en el estadio Santiago Bernabéu; 200.000 pesetas por empate fuera de su campo; y 390.000 pesetas por victoria lejos de Madrid. El jugador que interviniera en todos los partidos disputados por el equipo cobraba a final de temporada una recompensa de casi 10 millones de pesetas. El presupuesto del Madrid correspondiente a la temporada 1992-93 dedicó un total de 3.151 millones al capítulo de gastos de jugadores.