Todas iguales para el verano

Las 17 comunidades autónomas quedarán prácticamente igualadas en poderes competenciales a partir del próximo verano, un año antes de lo prevísto. La reforma de los estatutos de autonomía de las 10 comunidades de vía lenta -Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria, Asturias, Murcia, la Rioja, Extremadura, Madrid, Aragón y Baleares-, cuya aprobación concluirá esta semana en el Congreso, da paso inmediatamente a la materialización de los traspasos de 33 competencias del Estado a dichas comunidades. A partir de ese momento, sólo diferenciará a las siete comunidades de vía rápida de las 10 de vía lenta las competencias de sanidad, así como las enseñanzas primaria y secundaria. El traspaso de estas últimas tardará dos años al estar vinculado al desarrollo de la Ley de Ordenación General el Sistema Educativo (LOGSE). El valor total de lo traspasado del Estado a las autonomías supera el billón de pesetas en coste efectivo y los funcionarios transferidos serán unos 240.000.A partir del próximo verano, los Gobiernos de las 10 comunidades autónomas de vía lenta podrán disponer, por ejemplo, al igual que las siete de vía rápida que les precedieron, de la responsabilidad de la gestión de las prestaciones y servicios sociales del sistema de Seguridad Social (Inserso) lo que les permite establecer la cuantía en la distribución de las ayudas a la tercera edad y a los marginados, en general. A la Administración central le corresponderá establecer las condiciones para el ejercicio de la competencia: la determinación de las prestaciones del sistema y las condiciones requeridas para ser beneficiario.

Además de la Educación y del Inserso, los traspasos de mayor calado político que pasarán a manos de las, 10 autonomías de vía lenta son: casinos, juegos y apuestas, con exclusión de las loterías y las apuestas mutuas de portivas; las cooperativas y sociedades anónimas laborales; prensa, radio, televisión y otros medios de comunicación; las fundaciones y las normas adicíonales de protección del medio ambiente.

Así, la gestión de los casinos, juegos y apuestas por parte de las comunidades autónomas les permite disponer de importantes recursos económicos así como el establecimiento de la política para las máquinas tragaperras. También podrán las comunidades autónomas decidir la potenciación o no del régimen de sociedades anónimas laborales o cooperativas o la distribución de las ondas de radio o los permisos de prensa en su territorio.

Los traspasos de competencias se harán en dos fases. En la primera, el Estado transferirá a las autonomías el grueso de competencias en materia de laboral-sociedades anónimas laborales y formación ocupacional- e interior -casinos y apuestas-, lo que culminará en diciembre. En la segunda fase, que finalizará en el verano, se traspasará la competencia universitaria junto a otras materias laborales más delicadas como los expedientes de regulación de empleo.

En cuanto a las ensefianzas primaria y secundaria, que son las únicas competencias cuyo traspaso se aplaza dos años en función del desarrollo de la LOGSE, el Ministerio de Educación se ha comprometido a hacer un convenio con las comunidades autónomas para que participen en su desarrollo.

Desde el Gobierno se pone de relieve la rapidez con que se están efectuando los trámites, de manera que el pacto autonómico -suscrito entre el PSOE y PP a comienzos de 1992- va a culminar un aflo antes de lo previsto. El secretario de Estado para las Autonomías, Francisco Peña, destaca la buena disposición de los presidentes autonómicos -socialistas y populares- para facilitar los traspasos. "Estamos a pocos meses de culminar una de las operaciones políticas más sofisticadas del Estado de las Autonomías, que está resultando .ser un auténtico punto de referencía en momentos políticos de zozobra y de enfrentamiento, entre el Gobierno y el primer partido de la oposición", dice Pefia.

La igualación de competencias entre las 17 comunidades autónomas -con la excepción de la sanidad y de algunas peculiaridades como los conciertos económicos del País Vasco y Navarra- sitúan el proceso autonómico en un nuevo estadio. "Se consolida una forma de entender el Estado de las Autonomías. La experiencia demuestra que el nivel de competencias en materia de servicios debe ser homogéneo entre todas las autonomías para que el Estado funcione. La diferencia de servicios entre unas comunídades y otras origina disfuncionalidades", dice Pefia.