"Después de Bosnia, vale todo"
Desde que nacio Milovan Dji.las - 1911, Montenegro- ésta es la quinta guerra que tiene por escenario esta región. Todas espantaron al mundo por su crueldad. Él fue destacado protagonista en una de ella como líder partisano, implacable dirigente comunista y lugarteniente de Tito. Algún tiempo después hizo historia como primer gran disidente surgido de la cúpula comunista. Sus libros Conversaciones con Stalin y La nueva clase hicieron temblar los cimientos, aún pétreos, del movimiento comunista.único superviviente de la dirección comunista que refundó Yugoslavia tras la II Guerra Mundial, Djilas ha sido testigo del hundimiento de las ideas por las que luchó y mató, el socialismo y el yugoslavismo, pero sólo lleva luto por la reciente muerte de su mujer. "Sin ella no hubiera sobrevivido todos aquellos años de lucha y de cárcel. A esta edad me es muy difícil adaptarme a su ausencia". Roduado de libros, vive en su casa del centro de Belgrado, "cada vez con más problemas de salud como es lógico", dice sonriente, luchando contra unas cataratas que le merman la vista. Su visión histórica y lucidez política siguen, sin embargo, intactas.
Djilas predijo la catástrofe en que se han sumido, los Balcanes hace varios años cuando los analistas occidentales y los servicios de inteligencia norteamericanos no hacían honor a su nombre y se mecían aún en, la ilusión de la supervivencia de Yugoslavia. Ahora considera que "ya es tarde" para encontrar una paz justa y duradera en la región y que Europa está ya condenada a vivir durante mucho tiempo con este foco de permanente inestabilidad. El fracaso de Europa, dice, es grave y tendrá consecuencias.
"Bosnia ha sido la debacle de los valores y principios de Occidente. Ahora, después de Bosnia, todo está de nuevo permitido. Europa occidental vive tan bien que yo comprendo sus temores a intervenir, a hacer sacrificios aquí. Pero creo que es miope. Cuando se ha permitido la brutalidd racista como se ha hecho aquí, eso se paga. Se han abandonado los principios creados en la lucha contra el fascismo y que llevaron a Occidente a vencer al comunismo. Creo que todos tendrán problemas con los nacionalismos en esa dimensión, suya tan similar al fascismo con su cultura del dio, de la intolerancia y la gresión".
Djilas, que recuerda bien los ecanismos mentales que moían a todos los fanáticos que chaban con contra él, es en estos momento uno de los muy casos interlocutores en Bel ado que imponen la razón so e todas las de más fuerzas de a vida. Parece su extraterrestre en esta región autiva de las asiones, mentiras y odios de la itología, "eso que nunca fue y siempre perdura como decía filósofo Esteban de Bizancion el siglo VIHombre de acción converso al pensamiento, considera que, en este desquiciado escenario de la sinrazón, el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, ha demostrado ser el político más hábil y que ha salido reforzado de la guerra en Bosma. "Es el vencedor político, aunque no moral. Su apreciación de la debilidad y desunión de Occidente ha demostrado ser correcta. Pero sólo es vencedor por el momento".
Djilas prevé varios frentes de conflicto, entre ellos uno entre los serbios de Serbia y los de los territorios conquistados en Bosnia y Croacia. "Los dirigentes de la Krajina y -de Bosnia tienen sus propios proyectos auditorados y luccharán contra los intentos de Milosevic de centralizar bajo su mando la gran Serbia que se está creando".
En la provincia serbia de Kosovo, donde un 90% de la población es albanesa, Dj1las ve el escenario de una nueva limpieza étnica. "En Kosovo, el nacionalismo serbio intentará en algún momento acabar definitivamente con el problema albanés". Según Djilas, ya es tarde para una división de Kosovo entre Albania y Serbia y un trasvase mutuo de población. "Los albaneses ya son demasiado fuertes, y los nacionalistas serbios, demasiado radicales. No era una mala idea, pero ya es tarde".
Entre Serbia y Croacia, Djilas teme también un nuevo conflicto. "Ahora que los serbios bosnios tienen abierto el camino a la unión con Serbia vuelve a plantearse la cuestión de los serbios de Croacia, que querrán lo mismo. Estoy seguro de que Milosevic no quiere ahora una guerra con Croacia, pero es posible que los serbios de la Krajina le fuercen. En tal caso, creo que se verá que les será imposible movilizar a los serbios en Serbia para esta guerra. Pero no habrá paz entre Serbia y Croacia".
Tan sólo en un aspecto Djilas parece mejorar sus previsiones. de futuro. Cree que después de lo sucedido en Bosnia, Estados Unidos sabrá defender la integridad de Macedonia para impedir una terrible guerra en el sur de los Balcanes. "Quiero creer que Estados Unidos, que es la única potencia que puede, ejercerá su influencia para salvar a Macedonia. Washington es consciente de su importancia estratégica. El escenario para la guerra en Macedonia y su posterior reparto estaba preparado, pero creo que EE UU lo evitará. Si volvieran a no ser serios, podría haber una catástrofe".
Djilas está muy preocupado por el efecto que el éxito de la limpieza étnica y la violación de fronteras bajo pretexto de apoyo a minorías nacionales puede tener en otras zonas de los Balcanes y en el territorio de la antigua Unión Soviética. "Es fundamental que Occidente impida el renacimiento del imperialismo' ruso o postsoviético". Una victoria contra Borís Yeltsin de una alianza de nacionalistas y neoestalinistas supondría el final de la Comunidad de Estados Independientes y de la Federación Rusa, según Djilas, y, a partir de entonces, una cadena de conflictos sangrientos y limpiezas étnicas sin fin. "Occidente tiene que combatir muy activamente estas tendencias".Milósevic es el vencedor político, aunque no moral Su apreciación de la debilidad y desunion de Occidente ,ha demostrado ser correcta'
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.