Juntos por una gran pasion
Son abogados, marinos, ingenieros, profesores, amas de casa y empresarios de todo el mundo, la mayoría ya jubilados de sus oficios. Han llegado a Madrid por devoción a su gran amor: los libros antiguos. Son 164 bibliófilos -todos en la foto, tomada al mediodía de ayer- que desde el domingo participan en el XIII Congreso Internacional de Bibliofilia, que este año se celebra en España. Con las gafas puestas, o colgadas del cuello, son capaces de admirar durante horas una sola página de Las meditaciones de Torquemada, libro propiedad de la Biblioteca Nacional, o la primera edición del Quijote, una joya que guarda celosamente un coleccionista privado que sólo a ellos abrirá las puertas de su casa madrileña. "Intercambiamos conocimiento y pasión", dice José Mindlin, un brasileño de 79 años, que en su casa de Sáo Paulo guarda 25.000 volúmenes antiguos. Junto a él, un anciano de pelo blanco y traje negro, Dietrich Schwarz, se abstrae en la página de un manuscrito medieval. "Es un gran paleógrafo", aclara el brasileño.