Un fuerte despliegue policial permite a las máquinas demoler las edificaciones de Torres de la Alameda

Las excavadoras consiguieron ayer derribar las edificaciones de la finca Espantaperros, en Torres de la Alameda (3.134 habitantes). Donde la semana pasada se concentraban 300 vecinos para impedir la demolición, ayer había un fuerte despliegue de Guardia Civil y Policía Local.Las fuerzas de seguridad acordonaron por la mañana temprano y restringieron la entrada a la finca. Estas medidas resultaron innecesarias, pues los residentes de Torres de la Alameda no habían sido convocados para evitar incidentes. Sólo los familiares del dueño del terreno asistieron al derribo de un garaje, varias casetas, una plataforma y una alberca, construcciones consideradas ilegales por el Ayuntamiento. Este había acordado en pleno demoler las casetas, con los votos a favor del equipo de gobierno socialista.

Recurso sin resolver

La finca Espantaperros lleva vallada y urbanizada desde 1989. Su propietario, Guillermo Puebla, presentó un recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la orden del Ayuntamiento que aún no se ha resuelto. Ayer, la abogada del propietario recordó al representante municipal la existencia de este recurso, e insistió en que habían pedido una moratoria de 15 días. "El acto es ejecutivo y no tenemos por qué esperar a que el Tribunal Superior se pronuncie. Cuando nos pida el expediente se lo remitiremos, hasta ahora no tenemos ningún conocimiento de su existencia", fue la respuesta del alcalde de Torres, el socialista Antonio Rodríguez. El propietario de la finca afirmó que se trataba de una revancha por haber encabezado varias protestas públicas contra el alcalde. Rodríguez arguyó que el equipo de gobierno se estaba limitando a restituir la ley: "No tiene licencia ninguna de ellas [las construcciones] porque la tiene que conceder la Comunidad de Madrid. Es suelo no urbanizable y el Ayuntamiento no es competente para conceder aquí licencias".