La CDU alemana rechaza cualquier colaboración con la extrema derecha

La Unión Cristiano Demócrata alemana (CDU) clausuró ayer su congreso en Berlín con una declaración, votada por unanimidad, de rechazo absoluto del extremismo de derechas y la violencia que lo acompaña, descartando al mismo tiempo cualquier tipo de colaboración con los partidos de este signo que se mueven al borde de la línea de la legalidad constitucional, como los Republikaner o la Unión del Pueblo Alemán (DVU), cuya oferta electoral representa un grave peligro de erosión por la derecha para el partido del canciller Helmut Kohl.

Wolfgang Schäuble, el número dos del partido y jefe de su grupo parlamentario, pidió a los alemanes "un poco más de patriotismo, algo que no está pasado de moda", para superar la división del país tres años después de la reunificación.

Sangre, sudor y lágrimas

Schäuble pidió "sacrificios" para avanzar por el "difícil y accidentado camino" hacia la real unidad del país, insistiendo en lo que se ha convertido en el lema de la campaña electoral de los democratacristianos de la CDU: sangre, sudor y lágrimas, junto al retorno a los valores tradicionales.El número dos de la CDU criticó duramente a quienes se oponen a la candidatura presidencial del desconocido Steffen Heitmann, un político de la ex República Democrática Alemana que es el actual ministro de Justicia de Sajonia, para el puesto de presidente federal.

Heitmann, por su parte, aceptó su condición de candidato, aunque, por el momento solo cuenta con el apoyo de la CDU y con la oposición de todo el resto de espectro político.