El crudo cae a 15 dólares, su precio más bajo de los últimos tres años

El mercado de petróleo no logra estabilizarse. La incapacidad de los 12 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de cumplir sus cuotas de producción y la revisión a la baja de la demanda energética que se espera en los países industrializados para este invierno ha arrastrado a los precios a su nivel más bajo desde antes de la invasión de Kuwait por parte de Irak, en agosto de 1990. Los analistas creen que, salvo que la OPEP reaccione con urgencia, los precios se desplomarán.

La OPEP no consigue poner orden en el mercado de crudo. La caída de casi dos dólares en menos de 10 días y las oscilaciones del viernes pasado así lo demuestran. El barril de crudo brent, de referencia, cayó medio dólar hasta un mínimo de 15,20 dólares, el nivel más bajo desde julio de 1990 y cada vez más lejos del objetivo de 21 dólares fijado por el cartel. Pese al desplome que vienen registrando los precios, la OPEP parece incapaz de poner orden entre sus miembros y reducir la producción, que, según los datos del Centre for Global Energy Studies -que preside en Londres el jeque Ahmed Yamani- superó en julio en casi un millón de barriles el techo de 23,5 millones diarios pactado por el cartel para el tercer trimestre.Para este centro está claro que el exceso de producción del cartel durante los seis primeros meses del año ha dejado un legado de abundantes reservas que impiden a los precios recuperarse aunque la oferta se ajuste a la demanda.

Ajuste que, además, es cada vez más costoso. El último informe de la Agencia Internacional de la Energía, que engloba a los 24 países más industrializados, señala que la demanda de petróleo de sus miembros, la mayoría en fase recesiva, descenderá en unos 300.000 barriles diarios sobre el aumento previsto (que ronda el millón de barriles) para el cuarto trimestre del año y el primero de 1994, durante el invierno.

Para que los precios reaccionen, la institución que preside Yamani recomienda a la OPEP ponerse cuanto antes manos a la obra para reducir la producción y controlar el cumplimiento de las cuotas. Según su último informe, la OPEP debe aprovechar el repunte, aunque menor de lo esperado, de la demanda este invierno para resolver los problemas pendientes, como la sobreproducción kuwaití, y hacer un reparto del mercado más equilibrado.

Pero según esta institución, "más urgente que solucionar la integración de Kuwait al sistema de cuotas [el emirato no aceptó la cuota de 1,5 millones de barriles diarios que se le asignó y produce cerca de 1,9 millones], hay que mejorar las relaciones entre Arabia Saudí e Irán [los dos grandes productores rivales]". Una fuente oficial saudí declaró el viernes pasado a Reuter que el reino está dispuesto a congelar su actual producción (ocho millones de barriles) para que Kuwait absorba el aumento de la demanda en los próximos meses, pero que no consentirá que otros grandes productores (Irán y Nigeria) aprovechen para ampliar sus cuotas. Irán, por su parte, tiene un mensaje claro: Arabia debe renunciar a parte de la cuota de mercado que ha ganado desde la invasión de Kuwait (de 5,2 a 8 millones de barriles) de forma que haya un reparto más equitativo.

La OPEP tiene en sus manos la oportunidad de lograr un acuerdo el próximo día 25, cuando se reúna en Ginebra. La presión es más fuerte que nunca y el tiempo para reaccionar es limitado, coinciden los analistas, quienes cada vez ponen más en duda la capacidad del cartel de tomar medidas y, sobre todo, de cumplirlas.