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"Esto es familiar, pero mi casa es un palacio"

Ana Alfageme

Está orgullosa de sus cuatro hijos, "que son como cuatro fincas, mire, uno es taxista, otro director, otro representante de coches...", y también de haberles ahorrado 100.000 pesetas al mes al irse de aquella residencia tan bonita y tan grande y donde la querían tanto: "Tenía peluquería y todo, y yo cantaba en el coro". Pero el régimen, la cafetería, aquella capilla donde Teresa comulgaba viernes y domingos, eran 210.000 pesetas al mes. La dueña quería que se quedase, pero tampoco era tan pobre como para tener derecho a una plaza pagada por el Estado.Lloró mucho, pero poco después de Reyes, doña Teresa se mudó a un chalé en Sevilla la Nueva, la residencia Los Abuelos, donde mata el rato cosiendo manteles, contando chistes y hojeando el Pronto. "Esto es más familiar, claro, es otra cosa, pero está muy limpio y ellos son unos soles". Flor y Miguel, los directores, le regalaron un ramo de flores por su 780 cumpleaños. Tienen detalles así: si alguien añora unas croquetas, al día siguiente les preparan una fuente. Son 20 mayores en total y el precio que pagan -entre 100.000 y 140.000 pesetas- sitúa a la residencia en el grueso de la oferta privada que llega en la Comunidad a 7.810 plazas, más que en centros públicos o sin ánimo de lucro.

Teresa, viuda desde hace 40 años, vivía sola, con dos horas de ayuda a domicilio, en la colonia de San Fermín, pero las piernas no la sostenían, se caía una y otra vez, y entonces sus hijos le dijeron que cualquier día les iba a dar un susto. Ahora vienen los sábados a verla.

A veces llora por la noche y piensa si podrá volver a su casa, que su casa para ella es un palacio. Lo peor es estar siempre allí, con los mismos y no poder poner la tele o música: "A uno le molesta, a otro le marea y eso me apena. Teresa mira el horizonte y, a su lado, un hombre con boina repasa con los dedos el pavimento, otro fuma incesantemente mientras balbucea, uno más se encorva sobre el cenicero.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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