La viga en el ojo ajeno
Cuando algo ha salido mal, el señor García de Castro (Cartas al director, 27 de agosto) tiene la simpática costumbre de explicar a sus amigos británicos que ha sido hecho "a la española". La Expo, las Olimpiadas y la Conferencia de Paz para Oriente Próximo ("hechas a la inglesa", supongo que diría García de Castro) no significan nada para él, porque ya ha tomado su decisión: asistió a un curso en El Escorial y como un periodista tuvo la osadía de pedir que pusieran una diapositiva en color, sintió "vergüenza" (sic) y concluye, rotundo, que "hechos como éste me quitan la ilusión de volver a España".Me parece que en su carta ve usted la paja en el propio ojo y no ve la viga en el ojo ajeno, porque si le hirvió la sangre con ese asunto, ya me dirá qué sintió al leer lo del satélite norteamericano perdido en Marte, o lo de los dos casos de cáncer mal diagnosticados en el Reino Unido. ¿No volverá usted tampoco a esos países jamás?-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.