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VW reconoce que Seat puede causar pérdidas para el grupo en 1993

El presidente del consorcio automovilístico Volkswagen AG, Ferdinand Piëch, indicó ayer, en la inauguración de Salón del Automóvil de Francfort, que la crisis por la que atraviesa su filial española Seat podría impedir que el grupo cerrara el año sin pérdidas. Piech admitió que la venta de la factoría de Seat de Pamplona a Volkswagen sería la solución a los problemas financieros de la marca española, si bien no confirmó la operación. Fuentes de Seat, sin embargo, la daban por hecha.

El acontecimiento anual que reúne a la industria del automóvil alemana reflejaba claramente los malos tiempos por los que atraviesa el sector y más especialmente VW, el mayor de los constructores europeos. Una gran expectación rodeaba la conferencia de prensa de la marca de Wolfsburg a la que asistió, en primera fila, su controvertido número dos, José Ignacio López de Arriortúa, aunque no pronunció palabra. Piech no pudo obviar una referencia al escándalo protagonizado por el ejecutivo español. "En las últimas semanas", dijo, en los medios informativos se ha hablado casi únicamente sobre Volkswagen y sus relaciones con un competidor. A menudo había que preguntarse si la imagen creada de VW no se alejaba mucho de la realidad".Tras una serie de predicciones optimistas de cara al futuro, Piech reconoció que el grupo necesita una reestructuración. "Les puedo asegurar que ya estamos en ello", dijo, "es un proceso dificil y necesita tiempo. Como saben, VW ha salido airosa de todas las crisis, lo conseguiremos también esta vez". El presidente de VW, tras reconocer que, por primera vez en 11 años, el grupo ha tenido una bajada de ventas y que en los primeros meses de este año ha perdido 1.600 millones de marcos (casi 130.000 millones de pesetas), aunque 1.250 pertenecen a los primeros tres meses, anunció "un resultado positivo" para el último trimestre.

La factoría de Pamplona

Sin embargo, Piech admitió que podría no ser así a causa de la situación de sus filiales fuera de Alemania. "Nos preocupa la evolución de unos sectores extranjeros de nuestro consorcio; Seat y las regiones norteamericana y asiática-pacífica, porque su peso podría alterar el balance final del grupo. No sabemos aún en que medida, desconocemos sus efectos en el balance final". El presidente de VW, en una clara referencia al trabajo realizado por López, explicó que la mejora de los resultados en Wolfsburg se debe a que "hemos tomado medidas que aumentan los ingresos y disminuyen los gastos. Con ellas ahorraremos 8.700 millones de marcos en 1993".Posteriormente, en unas declaraciones televisadas, Piech se refirió específicamente al caso de Seat indicando que su presidente, Juan Antonio Díaz Alvarez, le ofreció la venta de las factoría de Pamplona, donde se fabrica el VW Polo, "con lo cual se solucionaría el problema financiero de Seat". Pero evitó confirmar la operación. Díaz Alvarez, sobre cuya continuidad en el puesto hay grandes dudas, definió, de una forma bastante poética, la situación de Seat. "En medio de la crisis generalizada que afecta sobre todo a la industria automovilística, nosotros, la gente de Seat, tenemos la sensación de estar bajo la lluvia, con los calcetines mojados y los zapatos empapados, y nos sentimos felices de tener paraguas; el grupo Volkswagen".

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