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El informe del apagón de Cataluña desata tensiones entre las empresas implicadas

La redacción del informe sobre el apagón que sufrió Cataluña el día 24, que hoy debe ser presentado a los responsables de Industria y Energía de la Generalitat, desató ayer fuertes tensiones entre las compañías distribuidoras catalanas -Fecsa, ENHER e Hidroeléctrica de Cataluña- y los responsables de Red Eléctrica de España (REE). Existía acuerdo sobre los hechos que desencadenaron el apagón -se da como seguro que se produjeron todos en el transformador de Fecsa sobre el que cayó un rayo-, pero el debate fue agrio al plantear las eléctricas que debía constar que la red básica de alta tensión estaba en aquel momento debilitada.

Los técnicos han llegado a la conclusión de que los episodios básicos que desencadenaron el apagón se produjeron en la estación transformadora de Sant Andreu y descartan que otros incidentes originados aquella tarde por la fuerte tormenta que cayó sobre Tarragona y Barcelona tuvieran algo que ver.El rayo que provocó el suceso no cayó sobre el transformador en torno a las 16.24 -momento del apagón generalizado-, sino 20 minutos antes. Los sistemas de pararrayos fallaron y la descarga tuvo dos consecuencias: por una parte, generó el recalentamiento que más de un cuarto de hora después prendió el aceite de refrigeración del transformador y dio lugar al aparatoso incendio, y por otra, dañó los sistemas de protección de la red, cuya función es aislar la instalación de la red de alta tensión en caso de incidente.

Finalmente, sobre las 16.24 se produjo un cortocircuito, la protección no actuó al estar dañada y el incidente repercutió sobre la red de transporte de alta tensión y ocasionó la paralización de las tres centrales nucleares de Tarragona más las térmicas de carbón de Andorra (Teruel) y Cercs (Berguedà). Entre el cortocircuito y el apagón pasó menos de un segundo.

Hasta aquí, los técnicos estaban anoche de acuerdo. Pero no coincidían en el papel del estado de la red de alta tensión al trasladar un incidente local a un apagón generalizado. Los representantes de la REE sostuvieron a lo largo del día que la red de funcionó correctamente y descartan cualquier problema en su gestión.

Los representantes de las compañías distribuidoras, sin embargo, insistieron en que constaran en el informe circunstancias que, en su opinión, deben ser consideradas. Paulino Montané, subdirector de Fecsa, citó éstas: una de las dos líneas de alta tensión que unen Vic con Rubí estaba fuera de servicio, así como otra que enlaza Ascó con Aragón, en ambos casos porque se efectuaban trabajos de mejora aprovechando el verano; además, no se encontraban en funcionamiento las centrales de fuel de Sant Adrià y Cubelles.

En opinión de Montané, la desconexión de líneas suponía un debilitamiento de la red, y el hecho de que dos centrales del área de Barcelona no estuvieran en marcha coadyuvó también a amplificar el apagón.

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El subdirector de Fecsa recordó que, por razones de seguridad, ambas plantas de producción estuvieron en marcha durante los Juegos Olímpicos y que tras el apagón también han estado trabajando. Montané admitió que, por razones económicas, Sant Adrià y Cubelles están paradas casi todo el verano, pero consideró que ello no es óbice para que deje de figurar en el informe esta circunstancia.

Los representantes de la REE consideran que la desconexión de dos líneas de alta tensión no tuvo una incidencia en el apagón general. "Hemos hecho simulaciones de ordenador con la red completa y hemos constatado que habría pasado lo misrno", señaló anoche uno de sus responsables. Respecto a que las térmicas de Sant Adrià y Cubelles no funcionaran, recordó que las centrales de fuel son las primeras en parar cuando su producción no es necesaria porque el coste de su kilovatio-hora es muy superior al de las nucleares.

Los momentos de tensión se sucedieron en la reunión de técnicos de ambas partes durante todo el día. "No se puede descartar que pueda haber dos informes, aunque deseamos que sólo haya uno por la responsabilidad que tenemos ante la sociedad", comentó anoche Paulino Montané tras abandonar unos minutos la discusión. Pero remitió a la reunión que a mediodía de hoy mantendrán todos los implicados con el director general de Energía de la Generalitat, Pere Sagarra, para conocer el final del debate. "La sociedad pide una explicación sin miedos, y se la daremos; pero también queremos que tenga la seguridad de que no somos unos irresponsables", subrayó.

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